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lunes, 26 de mayo de 2014

Yo estoy bien. ¿Qué le hace pensar a usted que estoy mal?

¿Cuál es su estándar para "normal"? ¿Por qué me quieren comparar?

No estoy triste. Y si lo estoy, no se siente así.

Estoy bien. 

Puedo sola. 

Se me va a quitar, lo que sea que sea, va a pasar.

Sólo quiero tiempo.

Tiempo es lo único que me pueden dar que realmente apreciaré y valoraré.

El tiempo que me dedicas para pasar un rato alegre, el tiempo en que me escuchas para saber qué me sucede.

Tiempo es el único regalo que nunca puede ser devuelto una vez dado.

Voy a estar bien.

Siempre me recupero de las heridas. 

Ésta no va a ser la excepción.






Voy a esperar a sanar.




lunes, 19 de mayo de 2014

Pagan poetry.

Existen muchas maneras de ocultar algo; en lo personal prefiero dos, la primera, esa donde ocultas algo poniéndolo a la vista de todos, y la segunda, la que se refiere a la frase "¿Dónde ocultas una hoja? En un bosque". No sé cómo se llama lo que estoy viviendo, muchos lo han catalogado como "duelo", porque algo murió, no físicamente, pero sí a nivel emocional, algo se murió, y aún no logro enterrarlo. He tratado de lidiar con ello de muchas maneras, el humor es una de ellas, pero al parecer, a las personas les parece que me castigo de más cuando comienzo a hablar de ello e intento comenzar con un poco de drama para luego dirigirlo hacia la línea de lo cómico, pero aún no me sale; mis torpes intentos son interpretados como que aún estoy dolida, y que me rehúso a salir de ese estado. Nada más lejano de la realidad. 

Agradezco mucho a todo aquel que me dedicó algunas palabras de ánimo, ni hablar de los que estuvieron conmigo en lo más oscuro del proceso, cuando no podía pensar claramente y todo me parecía fatal e irreversible: gracias. No lo habría conseguido, o me habría tomado más tiempo. Tiendo a ser visceral, y hasta después de que saco todo lo que me hace daño, es que puedo comenzar a pensar. Racionalizar. Y es entonces cuando escribo. Pero a veces no sé si carezco de habilidad para darme a entender, o es por el hecho de que pasé por una ruptura, que piensan que me he vuelto monotemática y que ando cargando todavía ese lastre encima. Y sí, tal vez así lo sea, pero creo que estoy en mi derecho de expresarme, y si a alguien no le agrada, o siente que no puede seguirme ese paso, está en su derecho también de no leerme. No pasa nada. Sin embargo, he alcanzado el punto en que yo también me harto de mí. Me canso de estar triste, de perder el apetito, de huir de las personas que me rodean, de tener la mirada perdida cuando nada reclama mi atención. Me aburro de estar así, no porque no aprecie mi propia tristeza, sino porque siento que es momento de interiorizarla más, hundirla más, dejar que la absorba mi corazón y ocultarla a la vista de todos. ¿Por qué? Porque es mía, me duele a mí, sólo me afecta a mí, no tiene por qué vivirla alguien más. Por eso dejé de mencionarla cuando escribo algo al aire, donde todos lo leen, aunque sea dando un rápido vistazo a su TL; yo le llamo "candado mental", me autoimpongo un pensamiento que sirva de represor para los impulsos que aún siento de vez en vez. Pero, como también no puedo evitarlos por completo, decidí venir a escribir aquí, donde nadie lee, donde llega sólo aquel que desea hacerlo. Aquí me quito la máscara. 

Usar una máscara es fácil: te la colocas y ya. La mía no es una máscara en sí, sino el rostro que doy cuando la personita feliz que vive en mí decide escribir y hacer bromas y no tomarse nada en serio, porque al final, si no te ríes de ti mismo, no puedes reírte de otros. Esa personita lo sabe y se ríe de sí misma, a todas horas, en todo momento. Pero la otra personita dentro mío, la que es fatalista y depresiva, tiene que salir a respirar de vez en cuando, vomitar toda su inmundicia, y regresar a su encierro. Ahora lo hará de forma más privada y reservada a este espacio. Dejará que el rostro de la personita feliz ocupe lo público y diario, y ella estará sólo para mí, aquí, esperando a que yo la deje afuera. Ni mis amigos ni otras personas ajenas tienen por qué soportarla. El que quiera leer, que lea, y el que no, puede mantenerse al margen y nada le será reclamado.







This time, I'm gonna keep me all to myself.

domingo, 25 de agosto de 2013

Game we're playing is life, love is a two way dream.

Temo escuchar cierto tipo de música, algunos grupos o canciones que son un detonante para recuerdos de experiencias pasadas, que si bien en su momento tuvieron un papel relevante en mi existencia, ahora son declaraciones de las heridas que aún no logro suturar bien, a fin de que queden bien cerradas y cicatricen hasta dejar un leve esbozo de algo que pasó hace mucho tiempo. 

Es así como voy esquivando memorias, evitando pasillos de dudosa iluminación en cuyos alrededores pudiera agazaparse el espectro de un mal recuerdo, eludiendo a toda costa aquello que sé que me lastimó y empeñándome en querer ser feliz por completo, aún a sabiendas de que -mi subconsciente, siempre a la espera- volverá en forma de sueños que me dejan por las mañanas un sabor a ira, decepción, soledad.


En algún lapso de nuestras vidas hemos dado en "dedicar" una canción a alguien, algo, un instante en el tiempo u ocasión especial en la que de pronto convergen una serie de circunstancias fácilmente identificables con alguna estrofa de las canciones que solemos incorporar al soundtrack de nuestros días, y a la ligera, sin pensarlo mucho, hacemos una simbiosis donde nuestros recuerdos viven en conjunto de esa melodía que los evoca cada que la escuchamos. 

Podría decir, por ejemplo, que al oír You Know That I'm No Good, vuelvo a ser el conductor de un auto que se desplaza a través de una carretera en la que empieza a llover, con un atardecer que no llega todavía a ser crepúsculo, y a mi lado hay alguien que canta conmigo y de pronto sujeta mi mano, la mano que dirige la palanca de velocidades, en un gesto que grabó en mi cerebro un mensaje de que alguna vez existió un cariño más allá de la simple relación carnal que pudo haber existido.


Escuchar música para distraerse, para no pensar; imposible de hacer, si he vivido tantas edades, aún sin tener demasiada estancia en esta tierra... Recordar con qué devoción me miraban tus ojos al compás de un Nothing Else Matters que erizaba los vellos de mi piel y me hacían creer que podría, tal vez, ser eterno.

No tengo problema alguno cuando de olvidar se trata. Y es que siempre he preferido dejar ir, entregar, y luego lidiar a solas con las consecuencias de mis actos. Echar sal a la herida, abrirla, lamerla, como parte de un acto masoquista que disfruto enormemente, porque estoy convencida de que no puedo ser feliz sin al menos una dosis de dolor; cuando por fin me harto de inmolarme, dejo que cierren poco a poco, sin prisas, esperando el momento en que una canción venga a asaltarlas.

Anna Lee es una de esas canciones que me alguna vez alguien me dedicó casi al final de lo que teníamos, cuando un beso en la frente y un abrazo fue su manera de decirme que no podía lidiar con mis problemas por más tiempo, con una callada promesa de que ahí estaría para cuando yo estuviera mejor. Es más que evidente que eso nunca sucedió. Dejé de creer en juramentos, y mi vida comenzó a ser un poco más fácil sin esa carga que conlleva el ser depositario de los anhelos de alguien más que no está dispuesto a dar lo mismo que tú sacrificas por él.

Durante muchos años no había podido escuchar esa canción por la cloaca que amenazaba con desbordarse cada que intentaba hacerlo, y el sentirme como una tonta por dejarme influir así también me enojaba, hasta ahora, que descubro que puedo oírla; si bien es imposible suprimir los recuerdos, descubro que ya no me lastiman más, que por fin lo dejé ir por completo y ahora sólo es uno de esos relatos que puedo contar sin agobiarme, sin arrastrar el dedo por la cicatriz.

No puedo, sin embargo, evitar preguntarme a dónde habríamos podido llegar de nunca haber terminado. Pero supongo es una de esas dudas que sólo vislumbraré en sueños, que me lleven, no sé, a dimensiones que no tocaré en mi realidad actual.



Sólo recuerda que if you forget my name, you'll go astray, like a killer whale trapped in a bay.

lunes, 10 de octubre de 2011

Nunca me sentí más sola, que cuando lloré en medio de una multitud... Y nadie se dio cuenta de ello.














Soy una estúpida.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Ella, la consentidora, la sumisa, la cariñosa, la cuidadora, la cursi, la melosa, la complaciente, la amante, la única.






Ella no se ha ido; está aquí conmigo, dentro mío, durmiendo plácidamente en un sueño forzado.





Volverá a ti, es seguro.







El problema es: ¿Cuándo?

miércoles, 31 de marzo de 2010

No sé.


Vivir en un rancho no es tan malo después de todo. Comes un poco más sano, haces ejercicio involuntario, respiras aire aún no tan contaminado, ves fauna y flora que no conocías más que a través de un libro y/o tele, etc., etc.; pero afrontémoslo, tengo tantos motivos para quejarme, que simplemente no lo haré, no lo sacaré, no, no, no. Cosas peores me han pasado estos días, asuntos tan íntimos que no puedo, simplemente no puedo, no me nace, no quiero escribirlo por aquí. Qué bonito es sentirte bien contigo mismo, ser feliz y shalalá, hasta que te acuerdas de eso que bloqueaste en tu mente tanto tiempo que al final explota, y así como te sientes eufórico, después viene la depresión profunda, tocas un rato el fondo, sales a flote, y se repite el ciclo nuevamente. Un grande, enorme círculo en el que tu existencia es revivida una y otra vez, diferentes errores, mismas sensaciones. Ahora que lo veo de frente y más serena puedo decir que todo lo que pasó no fue bueno, pero en su momento lo apoyé, dije "adelante", y dejé que me golpeara en el rostro todo el dolor, todo el infortunio, todas las circunstancias que se unieron en un solo momento para marcar un episodio en mi vida que no puedo borrar, no puedo olvidar, no puedo desaparecer ni dejando salir todas las lágrimas, la risa, la burla, los celos, las ironías, las casualidades.

Despertar y saber que ya no estará ahí, que se ha ido, que nunca supiste realmente qué fue y en qué momento sucedió; esa fijación en el deja-vú, tratar de encontrar conexiones que tal vez nunca hubo y que sólo existieron en la compleja red neuronal que utilizas como motor de tus pensamientos. Vivir con el "tal vez" en las manos, tan resbaladizo que se escurre entre los dedos y pierdes tu tiempo tratando de retenerlo contigo. Es mejor desechar la idea del futuro, pero esa tonta esperanza de conseguir algo de ello, algo egoísta, para tus propios deseos, está tan presente que te hace cometer errores, y no los puedes evitar.





Tan ambigua y temerosa, que vuelves a fallar.

domingo, 21 de junio de 2009

Busco la forma de que sea declarado enfermedad, y a causa de ello, pueda ser incapacitada y pagada por el gobierno en lo que se me pasa el desplante.

SOY UNA FAN DE LOS SIMS, DE LO PEOR.


Y ahorita mismo, siento una necesidad imperiosa, ingobernable, de picarle "comprar" a cuanto artículo relacionado con ellos haya en MercadoLibre.

Andaba toda ansiosa desde que me enteré que los Sims 3 salían en junio. Guardaba el dinero para su estreno, preguntándome cuánto valdrían al principio, si acaso sería mejor que me esperara a que pasara la novedad y bajaran de precio...Pero no; pudo más mi espíritu consumista, y al grito de "¡lo quiero YAAAAAAAAAAA!", que voy al Sam's más cercano y me lo compro...Y ni pedo, la verdad no me gustó mucho el cambio de los muñequitos (son más realistas y ahora sí tienen la opción de verse retefeos), pero lo tengo, ya está en mis manos, mi alma descansa (parcialmente) en paz. ¿Por qué "parcialmente"? Porque definitivamente, me gustan más Los Sims 2, y tooooodas sus expansiones habidas y por haber. Creo que estoy un poco obsesionada con conseguirlas TODAS, y estoy muy, muy cerca de lograrlo, pues hasta ahora mi colección se compone de:

♥ Los Sims 2, juego base.
♥ Los Sims 2, Universitarios.
♥ Los Sims 2, Noctámbulos.
♥ Los Sims 2, Abren negocios.
♥ Los Sims 2, Mascotas.
♥ Los Sims 2, y Las cuatro estaciones.
♥ Los Sims 2, Bon Voyage.
♥ Los Sims 2, y sus Hobbies.
♥ Los Sims 2, Comparten piso.

Además de los packs de accesorios:

♥ Los Sims 2, H&M moda.
♥ Los Sims 2, Todo Glamour.
♥ Los Sims 2, Navidad. - UPDATE de 21 de junio 9:04 p.m.: Le acabo de dar "comprar" en ML. Viiiciiioooo...
♥ Los Sims 2, ¡De fiesta! - UPDATE de 21 de junio 9:04 p.m.: Acabo de comprarlo en Samborn's. Hell yeah!

Quiero, casi NECESITO, tener todos los packs de accesorios. Se me va mi tranquilidad y dinero en ello, los busco por todas partes, no los encuentro y desespero. El de los Hobbies de plano lo compré por ML, a tanto llegó mi sufrimiento. Aún me faltan las siguientes:

♥ Los Sims 2, Decora tu familia.
♥ Los Sims 2, Jóvenes urbanos.
♥ Los Sims 2, Cocina y baño.
♥ Los Sims 2, IKEA accesorios.
♥ Los Sims 2, Mansiones y jardines.

El de "¡De fiesta!" lo vi en Liverpool; don´t worry my dear, I'll come for you. Los demás los sigo cazando, así que si alguien lo ve por ML o en tiendas departamentales, écheme un grito y cerramos trato. Estoy que chillo por ellos. Ay, pobre de mí, snif.

Y para los que se preguntan si me preocuparé más por Los Sims que por mi propia casa:

Tenemos cama, comedor y sala nuevas. Están retechulos los muebles. Compré también un armario de herramientas para esconder y/o guardar todo el tilichero que se produce por las modificaciones que realizamos, estoy en camino a mandar a hacer unas mega cortinotas para la recámara, colgamos cuadros y fotografías por todas partes, usamos canaleta para ocultar cables incómodos y en general quedó muy agradable. Mi fan interno de los Sims opina: Es como vivir el juego pero de verdad, y mucho mejor. La comida ya me queda más decente (el pollo a la mexicana con arroz que hice el sábado quedó de rechupete), lástima que acá no sea como en la pc, que me leo un libro y va subiendo mi habilidad en un medidor. Estamos analizando la posibilidad de contratar cable, aunque no es muy viable porque aún no vivimos ahí de tiempo completo, prefiero invertirle mejor a los electrodomésticos y sobre todo al audio y video ♥. Me llevé mis videojuegos para allá y obvio hay con qué entretenerse, además de los kilos de películas que hemos juntado entre mi novio y yo. Soy feliz también viendo serie tras serie de anime en el ambiente climatizado de la habitación. Llevé ropa para cambiarme allá, y no estar acarreando todo cada fin de semana; encargamos con nuestro carpintero de confianza un pequeño tocador para mí, además de un esquinero para libros, botellas y películas. En resumen, está tomando forma muy rápidamente, pronto sólo serán detallitos los que se tengan que comprar...Y claro, habitarla.








De veras, de veritas, ¿no hay manera de que me incapaciten? Snif.




lunes, 27 de abril de 2009

Lo bueno es que yo nunca dejo que me besen y/o abracen mis alumnos.


Hoy, mientras terminaba de dictarles un breve cuestionario de 20 preguntas a mis alumnos, vino un compañero profesor de la escuela donde trabajo actualmente a decirme: que nos habla la directora urgente. Como a una casi no le gusta salirse del salón, pues muy a mi pesar fui rápidamente; ahí estaban todos los demás maestros (si yo soy rápida, ellos son un flash), y nos dieron el notición: que no hay clases en todo el país por orden del Presidente, y que el Gobernador del estado ya dijo p'ss órale. Claro, primero nos la manejó como que mañana teníamos que ir si no decían nada en la radio, pero ahorita, ¿quién no sabe de eso? Al poco rato los chamacos ya sabían que no tendremos clases hasta el 6 de mayo, oséase que siempre sí nos tocó el puente que no nos iban a dar, pfff.

Esto, si bien para alumnos/padres de familia/profesores significa un respiro, también disfraza algo que, aunque no seamos paranoicos ni alarmistas, se mira muy grave; recuerdo cuando fue la epidemia de dengue en Veracruz, no hubo suspensión de clases ni alarmas de este tipo, acaso los avisos de las fumigaciones y cosas así, pero nunca, nunca retiraron a los alumnos de clases, y eso que sí estaba grave. Yo en lo personal, sí soy paranoica, así que el ver por la calle a un montón de personas con cubrebocas y geles desinfectantes me pone cardíaca, hoy en la tarde, en cuanto me confeccione un lindo cubrebocas de fieltro y foamy, me dirigiré a comprar mi dotación de desinfectantes y cubrebocas color azul hospital, no le daré la mano a nadie ni besito en la mejilla, me alejaré de los que estornudan como si de ánthrax se tratara...ok, no tanto así, pero creo que algunas precauciones sí habré de tomar. Mañana que no vamos a clases, iremos a desinfectar la casa por completo, ya saben, por aquello del "nunca se sabe". Por cierto, ya tenemos frigobar, por lo que nuestras probabilidades de supervivencia se han incrementado al 70%, muajajá.

Lo único que queda hacer por ahora es disfrutar...sí, disfrutar; no tiene caso amargarse la vida ni hipocondriacarse, si te da, pues...Aaaaammm...De la morgue no pasas, ¿no?







Frase cagada del día: Un profesor preguntó, ¿y cuáles son los síntomas de la gripe cochina? Chaaaannnngoooosssss...

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Tengo un caso para USAER

El niño pelea frecuentemente con sus compañeros, se levanta de su asiento y va a buscarlos para picarlos con el lápiz, pellizcarlos, hablarles, zapearlos, pegarles chicle, escupirlos, o simplemente para estar jodiendo. A veces grita, a veces sí trabaja, me la vivo revisando que haga lo que se le pide, explicándole repetidas veces las actividades para que las comprenda; a veces lo dejo sin recreo durante 15 minutos, porque no me gusta quitarles su desayuno, pero una vez se puso violento conmigo porque no dejé que pasara un amigo suyo al salón durante su castigo y me agredió físicamente -me golpeó en el brazo-, a lo cual yo respondí con un golpe de menor intensidad, dejándole muy claro que a mí no me iba a tratar de esa manera. Y funcionó, porque no ha vuelto a repetirse. Pero hace unos días, comenzó a besar niñas por la fuerza, sosteniéndolas de la cabeza para que no pudieran escaparse. Escándalo entre los maestros que lo vieron, porque el maldito lo hizo cuando yo no podía vigilarlo; en el recreo, fuera del salón. Gracias a que Dios es bueno y grande conmigo, los padres de las niñas lo tomaron por el lado amable, catalogándolo como "cosas de niños"; pero no mamar, los profesores ya me encomendaron que vigile en todo momento al pinche chamaco no vaya a ser que en una de esas nos viole a una niña en los baños. Ay mamá. Y para colmo pinche chamaco se llama Ángel...¿qué ironía, no?