tag:blogger.com,1999:blog-26308020783967895722024-02-20T03:21:09.736-06:00Esto no es un simulacro.No hay risas grabadas ni corte a comerciales.Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.comBlogger144125tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-33340535287269135012015-04-16T23:31:00.003-05:002015-04-16T23:31:32.739-05:00<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">Estoy regresando a ser visceral.</span><div>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">De algún modo, se siente como volver a casa.</span></div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-53579711592768507912015-04-16T22:57:00.001-05:002015-04-16T22:57:45.035-05:00Es difícil vivir con la bestia interior, cuando vas con la bandera de Caperucita por el mundo.Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-56387156462161140692015-04-16T22:56:00.001-05:002015-04-16T22:56:15.082-05:00<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;">Mire, yo vengo con histeria incluida, ¿sabe? Pero la controlo. Dentro, muy dentro, se revuelve, choca, rasga las paredes de mi interior y se arremolina, se calma, espera, y vuelve a arremeter. Siempre luchando por salir, a la expectativa de la hecatombe, la catástrofe, algo que destruya lo -mucho o poco- que haya edificado por mí misma. Hambrienta, me roe las entrañas, esparce sus fluidos en mi garganta, me ahoga con sus pequeños dedos en la tráquea. Entonces doy un gran trago y vuelvo a mandarla a lo más profundo de mi ser, guardo compostura, me mantengo impávida, dejo que todo me arrolle sin mover un solo músculo. </span></div>
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<span style="font-size: large;"><br /></span></div>
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<span style="font-size: large;">Y luego me pregunto tontamente por qué estoy como estoy: un desastre. </span></div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-60829626319344242015-04-16T22:28:00.004-05:002015-04-16T22:28:43.830-05:00<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace; font-size: large;">Me gusta tener cosas bonitas, porque existe tanta mierda recorriendo mi vida ahora mismo, que debo embellecerla con objetos materiales que me hagan sentir bien durante un rato, aunque después todo se vuelva vacío otra vez.</span></div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-52718296847382447672015-04-15T23:02:00.001-05:002015-04-15T23:22:11.442-05:00Es mi fiesta y lloraré hasta quedarme dormida si yo quiero.<div style="text-align: justify;">
Una vez me dijeron que dejara caer la máscara. Lo hice, y resultó peor, al parecer. Así que he estado trabajando en hacerme una nueva, más bonita, más segura, más moldeable, más agradable, más despreocupada, más amigable. Pero es una máscara, después de todo, y sólo he conseguido aislarme poco a poco, más profundamente cada vez.</div>
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Como no sé decirlo de otro modo, ni estoy para rodeos, lo escribiré directamente: me considero un fracaso en muchos aspectos. He fallado demasiado y no encuentro cómo enmendar muchos de mis errores, o le doy demasiadas vueltas a las circunstancias que condujeron a que se dieran situaciones fallidas. Las sesiones con la psicóloga y el psiquiatra sólo han arrojado resultados sobre mi falta de asertividad, mis carencias afectivas y lo que NO quiero para mí en la vida, porque es justo el camino que estoy siguiendo, y no, no me está haciendo bien. Es más, creo que me estoy provocando más daño. Muchas veces en el pasado pensé y manifesté que no quería meterme con mi salud mental y emocional porque se iba a destapar una cloaca muy fea. Y sí, como lo previne, lo que hay dentro está feo, mucho. </div>
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Dejé de hablar de esto en público porque se comenzó a volver un estigma, algo cansino, con el consecuente "ya supéralo" latente que te dicen todos en sus pláticas, en sus respuestas, en el modo en el que te miran cuando empiezas a manifestar cierta melancolía. Y en cierta forma tienen razón, qué flojera estar con alguien que tiene ese tipo de problemas, ¿no? Les pides tantita comprensión y paciencia y pues no se puede, mire, yo también tengo mis problemas, mejor ahí nos vemos después. Claro, hay honrosas excepciones, pero esos ya sé quiénes son. Ustedes lo saben. Pero volvamos al punto: estoy en ese momento en que incluso la familia siente (y dice) que fue demasiado. Bueno, entonces sigamos con la medicación, con el "no pasa nada" y tratar de estar bien todos los días. Todos los días. Todo el día. La parte del día que ellos ven.</div>
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[Hace un rato, mi madre me vio escribiendo, con los ojos rebosantes de lágrimas, y se acercó a decirme justo eso, que debería superarlo, que tuviera ánimos, que soy una persona muy inteligente y que soy una guerrera, que no me deje derrotar y que saliera adelante. Quiero a mi madre pero no, no son esas palabras lo que estoy buscando.]</div>
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A veces prefiero contarles en persona lo que me sucede. Antes prefería hacerlo por escrito, porque me expreso mejor cuando escribo, pero me hace falta ese abrazo, ese contacto visual, la cercanía de alguien a quien quiero y sé que me quiere. Y es así como paso semanas enteras sin escribirles, sin que sepan realmente qué me sucede, y sólo leen a la máscara, con sus boberías y desatinos que -al parecer- son hasta cierto punto con intención de entretener y distraer. Distracciones, esa es la palabra clave. Querer aparentar que todo está bien para no preocuparlos. Pero llega el momento en que necesitas auxilio, ¿no? Cuando dices "me estoy ahogando y no sé cómo salir". Me siento mal por querer atención, pero es humano desearla; no me importa qué tan "antisocial" y "aislado" seas, si escribes en un medio público, es porque sacias tu necesidad de atención de ese modo. Porque hasta en eso somos distintos, cada quien satisface su necesidad de atención como mejor le acomoda. Pues éste es el mío. Necesito que sepan que me estoy muriendo por dentro y que la base de todo ello es la sensación de fracaso inminente que siento ahora mismo.</div>
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Confieso que extraño la medicación que suprimía las emociones, si bien era yo un zombie, al menos dormía bien y no lloraba para nada; lástima que los efectos secundarios eran demasiado molestos, si no, así hubiera seguido. Lo que tomo ahora controla la ansiedad, pero no es lo mismo. La suspendí durante un lapso para poder alcanzar un objetivo, pero el rebote de los químicos en mi cerebro vino peor. Me percaté de que estaba muy mal el día en que pensé que mezclar alcohol con todas las pastillas posibles de mis medicamentos sonaba como algo deseable, o que si dolería mucho ser arrollada por un tráiler. Algo en mí reaccionó, diciéndome "no, no vas a hacer eso, no" y fue que decidí refugiarme con mis padres para evitar hacer algo que pudiera dañarme a mí misma. Eso significa que aún quiero hacer algo más adelante, que sigo teniendo metas -aunque sean pocas- y que, por sobre todas las cosas, quiero seguir viva, expectante ante lo que pueda suceder. No retaré al universo a que me haga algo peor, pero al final, nada está escrito en piedra, nada es eterno, y todo puede cambiar, siempre. Me han dicho que mi falta de planes para el futuro es algo desesperante, y sí, soy voluble y todo porque decido con base en lo que deseo para mí en ese momento. Hoy tomé una decisión drástica pero aún tengo tres días para cambiarla, y todo dependerá de la motivación que reciba en esos días. Así soy. No tengo por qué modificar mi conducta. Si siento que está mal o que no me está dejando alguna satisfacción, entonces lo más lógico es abandonar. </div>
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Esto lo escribo para ustedes, mis personitas especiales que me han conocido a lo largo de este tiempo, de los años, de todo lo que ha sucedido. Gracias por estar ahí. El sólo saber que existen es aliciente para mí. Quisiera escribir más, pero al parecer la elocuencia se ha ido y sólo quedo yo, otra vez.Yo, como única cosa que tengo para ofrecer. Gracias por leerme.</div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-59011042805238254972014-10-05T03:36:00.001-05:002014-10-05T03:37:50.715-05:00<p dir="ltr">Insomnio strikes again. </p>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-62418957115714866602014-10-03T20:24:00.004-05:002014-10-03T20:25:11.986-05:00Hoy...<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Hoy ha sido uno de esos días en que sólo dormí tres horas, comí una sola vez en el día, y olvidé traer comida a casa, así que sólo espero a que mi estómago no se rebele mucho. Hoy ha sido uno de esos días en que he respondido mensajes, en que he recordado pendientes y no me he podido concentrar en mi tarea. Hoy ha sido uno de esos días en que me desmayo durante media hora en algún sillón y al despertar tengo la sensación de que han pasado eones desde la última vez que bebí agua. Hoy ha sido uno de esos días en que alguna compañera de trabajo dice que tengo la mirada cansada, me pregunta por mi insomnio y me recomienda alguna bobería que no alcanzo a registrar en mi memoria. Hoy es uno de esos días en que las lágrimas me brotan sin siquiera estar consciente de ello, hasta que siento la mejilla mojada y saco rápidamente una servilleta para limpiarlas. Hoy es uno de esos días en que siento la imperiosa necesidad de estar sola, y el recuerdo del último abrazo que recibí un 14 de septiembre se impone. Hoy es uno de esos días en que quiero desertar de todo y de todos, en los que considero que realmente no es tan importante mi presencia, el mundo sigue girando, la gente sigue viviendo, los tipos con los que alguna vez quise tener algo están cogiendo con sus novias y ni se acuerdan de mí, que si alzo la voz sólo seré tachada como una buscadora de atención, que sólo pierdo mi tiempo queriendo volver a donde fui feliz, cuando sé que no hay retorno. Hoy es uno de esos días en que me cuestiono si realmente valdrá la pena todo lo que me estoy reservando para poder salir de este lugar, aunque de eso no hay duda, necesito dejar atrás todo esto. Hoy es uno de esos días en que siento la presencia del Monstruo, poniéndome su mano gélida en mi hombro, como perpetuo recordatorio de que yo soy mi mayor impedimento. Hoy es uno de esos días en que la Ninfa, más que dormida, parece estar muerta. Hoy es uno de esos días en que decido alejarme de la gente que sólo toma de mí los aspectos alegres, bonitos, y se va cuando la oscuridad que hay en mí amenaza con cernirse también sobre ellos. Hoy es uno de esos días en que siento que las cosas me pasan a medias: ni tan inteligente, ni tan atractiva, ni tan simpática, ni tan deprimida, ni tan necesitada de las personas, ni con tantas ganas de vivir, ni con tan buena voz, ni con elocuencia. Hoy es uno de esos días en que me siento en el limbo, y estoy dando pasos vacilantes hacia el infierno para poder abandonar de una buena vez toda esperanza.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
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<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Hoy me sangra la entrepierna y me siento fatal. Vamos a echarle la culpa, un poquito, a eso.</span></div>
<br />
<br />Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-72627242034873662072014-10-03T20:00:00.003-05:002014-10-03T20:00:58.171-05:00<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Él es sólo un niño y no está listo para estar con alguien como yo.</span>Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-17971202970906498142014-09-30T12:30:00.000-05:002014-09-30T21:08:41.171-05:00Disclaimer.<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cuando me siento a punto del colapso, me alejo de todos para dejar que la bomba explote en otro lado. Puede ser una postura egoísta de mi parte, al no permitir que nadie más vuelva, bajo ninguna circunstancia, a cargar con el peso que en un momento dado decidí echarme encima por mí misma. Agradezco enormemente a los que se han tomado la molestia en preguntar cómo estoy; aún más, a los pocos amigos, enormemente apreciados y queridos, que se han preocupado por contactarme y hacerme saber que no estoy sola, porque los tengo a ellos. Tienen razón. Gracias.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Quisiera calificar mi melancolía de algo pasajero, algo que pasará pronto; sin embargo, al correr el tiempo sólo se ha ido arraigando en mi ánimo, más y más, al punto en que ya no me es posible identificar si es debido a una persona, si son las condiciones del contexto en que me desenvuelvo, o si sólo soy yo la que está mal, la que no puede darse la oportunidad de salir de esto o si dejé que la depresión me envolviera tan paulatinamente que, cuando me percaté de ello, estaba sentada en el fondo. Recuerdo mucho cuando practicaba natación; solía sentarme en el fondo de la alberca semi-olímpica, con las piernas cruzadas, probando los límites de mi capacidad pulmonar. Para mí era muy tranquilizante estar ahí, alzar la cabeza y contemplar la luz que se filtraba a través del agua, hasta que se me terminaba la reserva de aire y tenía que salir a la superficie. Así me siento en estos momentos. Estoy cómodamente sentada en el fondo, pero las aguas son turbias, oscuras, y al alzar la cabeza puedo ver la luz que logra abrirse paso entre ellas, puedo ver rostros familiares que me esperan para cuando decida salir. Estoy esperando a que se me termine el oxígeno en mis pulmones, y entonces, será ahogarse o vivir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No es secreto para muchos el cómo es mi familia, y, aunque usted, querido lector ocasional no lo sepa, no lo describiré por ahora. Hace meses mi madre me ofreció el apoyo profesional de un terapeuta, el cual yo rechacé tajantemente, porque siempre me ha parecido que los problemas debe resolverlos uno, sin intervención de terceros que no conozcan las circunstancias que rodean al hecho. A algunos les funciona, a mi mejor amiga le ha ayudado muchísimo asistir a terapias, otros me cuentan sus experiencias en las que no les fue tan bien; tal vez no sea para todos, tal vez no sea para mí, no lo sé, me paraliza el miedo de abrirme de esa manera ante alguien que desconozco por completo, pero después de meditarlo mucho -y de compararlo a que es igual que venir a desahogarse aquí, o por twitter, donde cientos de personas te leen- decidí aceptar ir con un psiquiatra para que me evalúe psicológicamente. Aún no asisto, porque, conociéndome, estoy esperando a que el aire se me agote de nuevo para aparentar que estoy bien, que no pasa nada, para que no sea tan severo el diagnóstico, que no me recomiende terapia, que no sea algo que tenga que hacer siempre; en pocas palabras, voy en camino al autosabotaje, otra vez, como lo hago cuando se trata de atender a mi salud emocional. Me está costando mucha voluntad hacerlo, aún no lo asimilo ni sé qué me suceda cuando al fin ponga un pie en el consultorio, pero ahí estaré, una sola sesión, y si resulta ser lo que necesito, entonces continuaré; si no, ya saldré de nuevo, de alguna forma. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Estoy estudiando una maestría en educación básica; en este segundo año, donde comenzamos a escribir la tesis, elegimos la especialidad con la que nos titularemos. Yo escogí pedagogía de la diferencia y la interculturalidad, precisamente porque es lo que me falta, conocerme a mí misma y a los demás. Pensé que sería más fácil porque nos darían instrumentos para autoevaluarnos y así, de manera individual, ir reconociendo nuestras carencias: nada más equivocado de la realidad. En la última clase que tuvimos, me encontré a mí misma llorando por el sentimiento de soledad y desolación que me quedó cuando me golpeó la enorme evidencia de que mi propia familia me abandonó cuando más necesitada de su apoyo estaba, que a nadie le preocupó realmente lo que sucedió, sino que buscaron culpables, dieron sus juicios y se zanjó el tema. No tuve ni confianza ni entereza para continuar buscando en ellos algo que me uniera, por lo que soy una extraña en ese ambiente, alguien que se aisló porque no se siente reconocida ahí. Pero ahí es donde vivo, donde tengo que estar todos los días, así que debo hacer el esfuerzo -por mí, no por ellos- de estar bien, de sobrellevarlo y superarlo para no tener remordimientos estúpidos el día en que me vaya. Resiliencia, le llaman ahora. Dijo mi asesor que yo tengo mucha capacidad para eso, porque no había dado muestras, desde hace meses, de estar mal. Y yo pienso en las máscaras que tiene uno que portar para fingir que no sucede nada, cuando por dentro estás deshecho.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Extraño a la que yo soy. Extraño a la muchachita libre, desfachatada que no teme alzar la voz cuando no está cómoda. Pero soy prisionera de mí misma, de la otra mujer que me dice que no soy lo suficientemente buena, ni bonita, ni inteligente, para lograr lo que quiero. De la que me dice que sólo quiero estar con alguien para no estar conmigo, de la que me tacha incapaz de querer a alguien desinteresadamente, de la que me susurra que son mentiras las frases bonitas que me dicen otros. En fin, tanto por trabajar que debo comenzar ya, antes de que se termine el oxígeno y me ahogue. Quiero escoger vivir, una vez más. No tengo ni 30 años y siento como si tuviera 60, me han rechazado, me han herido, he pasado por todas las fases de la vida en muy poco tiempo, y sí, estoy cansada. Quiero pasar el tiempo que me quede tomando mis propias decisiones, y si me parto la madre con alguna, que sea porque así lo quise. Me estoy arriesgando, dejar la zona de comodidad es difícil, pero creo que sólo lograré lo que me propongo si lo hago, y no esperar a que las cosas fluyan, o de alguna manera mágica se realicen. Espero tener ayuda en el camino, y estará conmigo el que así lo desee; nunca ha sido mi estilo el obligar a nadie. Si no ayuda, no estorbe. Necesito vivir.</span></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Es hora de salir.</span></div>
<div style="text-align: right;">
<br></div>
<br>
<br>Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-32839159890638025652014-09-26T20:37:00.004-05:002014-09-26T20:37:33.426-05:00<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace; font-size: x-large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace; font-size: x-large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace; font-size: x-large;"><i>Ella lo amó como sólo los lobos que han sido domesticados pueden hacerlo. </i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace; font-size: x-large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace; font-size: x-large;"><i><br /></i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Courier New', Courier, monospace; font-size: x-large;"><i><br /></i></span></div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-13216730242088326162014-06-12T00:30:00.001-05:002014-06-12T00:30:20.086-05:00<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Había olvidado lo fácil que es ocultar una depresión profunda.</span>Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-68818221769779141912014-05-26T21:15:00.001-05:002014-05-26T21:15:04.786-05:00<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Yo estoy bien. ¿Qué le hace pensar a usted que estoy mal?</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Cuál es su estándar para "normal"? ¿Por qué me quieren comparar?</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No estoy triste. Y si lo estoy, no se siente así.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estoy bien. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Puedo sola. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se me va a quitar, lo que sea que sea, va a pasar.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sólo quiero tiempo.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tiempo es lo único que me pueden dar que realmente apreciaré y valoraré.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El tiempo que me dedicas para pasar un rato alegre, el tiempo en que me escuchas para saber qué me sucede.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tiempo es el único regalo que nunca puede ser devuelto una vez dado.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Voy a estar bien.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Siempre me recupero de las heridas. </span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ésta no va a ser la excepción.</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Voy a esperar a sanar.</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-84883142088707785052014-05-23T11:11:00.000-05:002014-05-23T11:11:00.268-05:0011:11<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://postsecretdotcom.files.wordpress.com/2014/05/shooting.jpg?w=526&h=372" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://postsecretdotcom.files.wordpress.com/2014/05/shooting.jpg?w=526&h=372" /></a></div>
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Eso pensaba al leer esto. Pero, quizá, sí me queda un último deseo.</div>
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Dioses. Duele incluso el pensar en decirlo "en voz alta". En letras que lo hagan una realidad, que lo deseo, que lo anhelo, que tal vez sería un complemento que me haría feliz. Uno guarda los "hubiera" en el corazón y, cuando se percata, son una carga pesada que tarde o temprano rompe todo. Dijimos que sin arrepentimientos. Dijimos que sin guardarnos nada. Cumplí con mi parte y el resto quedó en el tintero. Aún hay tantos futuros por escribir. Aún me queda vida, hasta donde sé. Mi cofre está en el mar, pero la llave me la guardé por si acaso.</div>
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<div style="text-align: right;">
He decidido esperar. </div>
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[Aún no sé si es un acto de valentía o de estupidez.]</div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-66025182985548340632014-05-21T00:18:00.000-05:002014-05-21T00:18:14.348-05:00It's become a habit, a way to start the day...<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Tengo mis horarios de sueño muy mal distribuidos. Suelo dormir en periodos de 3 ó 4 horas, y si tengo suerte (y ningún pendiente) hasta 5 ó 6. Recargo mis baterías con sólo dormir 2 horas continuas, cuando estoy presionada por el trabajo o la escuela. No es saludable, no es recomendable, pero es lo que hay. Y, últimamente, no puedo descansar bien porque empiezo a soñar. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Agradezco enormemente los días en que estoy tan cansada física y mentalmente, que caigo como piedra y mis noches se funden en negro, donde no pienso, no recuerdo, dejo de existir al cerrar los ojos. Pero cuando eso no sucede, mis sueños se encargan de recordarme lo que yo sé desde siempre: que estoy sola. Más allá del círculo donde se mueve la familia, las amistades, existe un espacio enterrado, un nivel oculto al que no accede cualquiera: ahí es donde percibo mi soledad. A veces sueño con A., con ese día que fuimos al concierto de DD:FF, y al regresar en el metro, empecé a hablar de lo triste que me sentía, y él no me respondía nada, pero tomó mi mano, y la mantuvo apretada, incluso cuando empezamos a caminar hacia casa. Esa sensación de tener un hermano mayor que no te dice nada, pero lo comprende todo. En otras ocasiones mi cerebro me arroja la primera vez que vi a L., ese abrazo en que mi corazón no se calmaba, en un arrebato que pocas veces he experimentado. Esa sensación de calidez que revivo cuando M., S. o E. me abrazan es un regalo maravilloso. El día en que me solté a llorar en medio de la gente, porque me rompí al ser asaltada por un recuerdo aleatorio evocado por accidente. La furia que me invadió al no sentirme comprendida por mi madre, la irracionalidad que me invade cuando empiezo a golpear objetos, cuando sólo quiero desquitarme, dejar salir la violencia que llevo dentro, destrozar todo, dañarme a mí, dañar a lo que me rodea. En sueños no tengo por qué contenerme. En mis sueños, soy un monstruo que devora todo, que lo regurgita, embarra todo con su porquería, insulta, hiere, destruye. Toda esa ira que guardé desde niña. Tanta energía desperdiciada, y todo sólo en la fracción de tiempo que permanezco dormida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No descanso en realidad. A veces no puedo con eso de sentirse tan eufórica y feliz en un momento, y luego caer en la extrema depresión al siguiente. Me agota la energía, me merma. Por eso busco distraerme; la música es buen remedio cuando no quiero pensar. Hay noches en que duermo con los audífonos puestos para influir de otras maneras en mis sueños. Diría que funciona en ocasiones, pero es difícil escapar de ti mismo, sobre todo cuando siempre ha estado ahí, sólo esperando a que haya un detonante que haga la reacción necesaria para comenzar. Esto no es tristeza. Esto va más allá de ese sentimiento. No es sufrir, no es lamentarse. Es ira, es violencia, es visceralidad. Ya no tengo nada de qué arrepentirme, ni quiero volver a los viejos tiempos, no deseo nada de lo que perdí, y sólo quiero lo que puedo obtener para mí, para mis propios fines. Sé que eventualmente volverá la paz. En algún lugar está esperando la tranquilidad, me abrazará otra vez, cuando logre descargar todo lo que traigo ahora mismo. Tengo que pasar por todo esto para poder estar bien, cada día, todos los días. </span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">...So I can feel happier to be safe up here with you. </span></div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-1412406047786467572014-05-19T00:52:00.000-05:002014-05-19T00:52:50.143-05:00Pagan poetry.<div style="text-align: justify;">
Existen muchas maneras de ocultar algo; en lo personal prefiero dos, la primera, esa donde ocultas algo poniéndolo a la vista de todos, y la segunda, la que se refiere a la frase "¿Dónde ocultas una hoja? En un bosque". No sé cómo se llama lo que estoy viviendo, muchos lo han catalogado como "duelo", porque algo murió, no físicamente, pero sí a nivel emocional, algo se murió, y aún no logro enterrarlo. He tratado de lidiar con ello de muchas maneras, el humor es una de ellas, pero al parecer, a las personas les parece que me castigo de más cuando comienzo a hablar de ello e intento comenzar con un poco de drama para luego dirigirlo hacia la línea de lo cómico, pero aún no me sale; mis torpes intentos son interpretados como que aún estoy dolida, y que me rehúso a salir de ese estado. Nada más lejano de la realidad. </div>
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Agradezco mucho a todo aquel que me dedicó algunas palabras de ánimo, ni hablar de los que estuvieron conmigo en lo más oscuro del proceso, cuando no podía pensar claramente y todo me parecía fatal e irreversible: gracias. No lo habría conseguido, o me habría tomado más tiempo. Tiendo a ser visceral, y hasta después de que saco todo lo que me hace daño, es que puedo comenzar a pensar. Racionalizar. Y es entonces cuando escribo. Pero a veces no sé si carezco de habilidad para darme a entender, o es por el hecho de que pasé por una ruptura, que piensan que me he vuelto monotemática y que ando cargando todavía ese lastre encima. Y sí, tal vez así lo sea, pero creo que estoy en mi derecho de expresarme, y si a alguien no le agrada, o siente que no puede seguirme ese paso, está en su derecho también de no leerme. No pasa nada. Sin embargo, he alcanzado el punto en que yo también me harto de mí. Me canso de estar triste, de perder el apetito, de huir de las personas que me rodean, de tener la mirada perdida cuando nada reclama mi atención. Me aburro de estar así, no porque no aprecie mi propia tristeza, sino porque siento que es momento de interiorizarla más, hundirla más, dejar que la absorba mi corazón y ocultarla a la vista de todos. ¿Por qué? Porque es mía, me duele a mí, sólo me afecta a mí, no tiene por qué vivirla alguien más. Por eso dejé de mencionarla cuando escribo algo al aire, donde todos lo leen, aunque sea dando un rápido vistazo a su TL; yo le llamo "candado mental", me autoimpongo un pensamiento que sirva de represor para los impulsos que aún siento de vez en vez. Pero, como también no puedo evitarlos por completo, decidí venir a escribir aquí, donde nadie lee, donde llega sólo aquel que desea hacerlo. Aquí me quito la máscara. </div>
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<br /></div>
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Usar una máscara es fácil: te la colocas y ya. La mía no es una máscara en sí, sino el rostro que doy cuando la personita feliz que vive en mí decide escribir y hacer bromas y no tomarse nada en serio, porque al final, si no te ríes de ti mismo, no puedes reírte de otros. Esa personita lo sabe y se ríe de sí misma, a todas horas, en todo momento. Pero la otra personita dentro mío, la que es fatalista y depresiva, tiene que salir a respirar de vez en cuando, vomitar toda su inmundicia, y regresar a su encierro. Ahora lo hará de forma más privada y reservada a este espacio. Dejará que el rostro de la personita feliz ocupe lo público y diario, y ella estará sólo para mí, aquí, esperando a que yo la deje afuera. Ni mis amigos ni otras personas ajenas tienen por qué soportarla. El que quiera leer, que lea, y el que no, puede mantenerse al margen y nada le será reclamado.</div>
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This time, I'm gonna keep me all to myself.</div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-21709305969169516192014-03-02T14:27:00.000-06:002014-03-02T14:27:01.704-06:00Like a fuckin' George A. Romero film.<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">El día en que comenzó todo, la normalidad fue la que destacó por su pesada rutina: despertar, bañarse, vestirse y alistarse para ir al trabajo. Siempre te despertaba después de que terminaba de ducharme, porque te arreglabas más rápido que yo, y me gustaba darte esa media hora más de descanso. Intercambio rápido de palabras mientras peinaba mi cabello, pelearse por el mismo espejo aunque hubiera tres en la casa. Salir, buscar un taxi, un beso rápido en los labios, irse cada uno por su lado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Algo sucedió en ese intervalo en el que estás laborando, en el que no hay mensajes más que los necesarios para avisar que has vuelto a casa, que todo está bien, que qué bueno que te llevaron de comer, tu doble turno es pesado, no te preocupes, yo me encargo de limpiar el desmadre que dejé en la cocina. Una tarde tan normal que no pude ver las señales. Ese aislamiento autoimpuesto que me colocaba, interactuando sólo con personas que nunca podrían tocarme directamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Esa noche volviste distinto. Había un fastidio, una incomodidad latente en tus movimientos. Lo achaqué a lo pesado de tu día, quise abrazarte en solidaridad, y ahí empezó todo. No quisiste. Dijiste que el contacto te lastimaba y que mejor no lo hiciera. ¿Cómo iba yo a saber que algo te había herido y sólo logré remover el lugar donde estaba? ¿Cómo, si nunca me dejaste ver la gravedad de la lesión? Esa noche fue extraña. Yo no sabía, que a mi lado, en la misma cama, poco a poco ibas muriendo.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">De haber sabido que ése era el último beso que recibía de tus labios, lo habría hecho durar más.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">La siguiente mañana fue cetrina, apagada. Tus movimientos eran distintos, y el mundo, también, había cambiado un poco. Comencé a ver los signos, empecé a sentir miedo, sentí tambaleante mi confianza, pero aún creía en que podría encontrar una cura, creí que podría sanarte. ¡Cuántas ideas se te ocurren cuando ves amenazada tu seguridad! Pero no, la infección estaba demasiado avanzada, y en el crepúsculo de ese día pude notar que la transformación casi se había completado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Después todo fue lento, progresivo, definitivo. Dejaste de ser ese que yo conocí, y te volviste alguien distinto.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">El Apocalipsis llegó sin que yo estuviera preparada para ello, me tomó desprevenida, a mí, la que siempre creyó estar lista emocionalmente para enfrentar algo de esa magnitud. Tal vez fue porque comenzó desde el punto en que yo pensé nunca flaquearía. Me atacó en mi parte más vulnerable, más confiada, más sensible, más expuesta. Verte frente a mí, convertido en despojo de aquello a lo que yo aferraba mi mano cuando me sentía débil, terminó de mermar mis fuerzas. Me destruyó. Todo cayó en pedazos y un dolor como nunca antes había experimentado recorrió mi pecho. Dolor físico, real. Tú ya no existías, todo lo que había construido contigo eran ahora ruinas desoladas por alguna terrible peste que provino de quién sabe qué profundidades del abismo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Frente a mí, sólo había un espectro. Una figura corpórea idéntica a ti, pero que no era a quien yo amé.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Una de las reglas más importantes durante una crisis zombie es que, una vez convertido, un zombie deja de ser aquella persona a la que alguna vez amaste y conociste; es ahora un ser que buscará devorarte, lastimarte sin importar qué tan profunda fue su relación, pues su único móvil ahora es esa hambre que nunca cesa, la cual intentará saciar a costa de lo que halle a su alcance. Lo que tenía ahora a mi lado era un zombie, y por más que doliera, debía destruirte.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Destruirte o dejarte ir, cualquier opción dolería, porque lo que había amado estaba ahora muerto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Hay cierta solidaridad implícita entre aquellos que hemos perdido algo. Familiares, personas, sueños, planes a futuro. Todo aquello que se quedó en el tintero, y el limbo que precede al "¿qué sigue después de esto?". Una dolorosa mirada al pasado de los días felices y la desaparición de la seguridad que perduró por tanto tiempo. Está también la culpa que siente uno por no haber podido remediarlo, la sensación de fracaso que invade la boca con un gusto amargo, y el hecho de que ahora sólo queda enfrentar la nueva realidad, alzar la frente, enjugar las lágrimas y aceptar que, a pesar de todo, te tocó sobrevivir y debes hacer que valga la pena tu existencia. </span></div>
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<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Voy a sobrevivir este Apocalipsis sin ti.</span></div>
<br />Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-6132821424506362452014-02-03T21:09:00.000-06:002014-02-03T21:09:11.779-06:00<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy rota. Estoy buscando mis pedazos.<br /><br /><br /><br /><br /></span><div>
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy rota y no quiero que me veas tocando fondo, como animal herido.<br /><br /><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy rota y no logro ver todavía algún resquicio por donde se cuele la luz.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy rota y estoy sola.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy rota.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Estoy.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No estoy.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No estoy bien.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No estoy bien y quiero estar sola.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No estoy bien, y me he hartado de que me vean así.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No estoy bien, y volveré cuando el dolor haya disminuido.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No estoy bien, y requiero tiempo para pensar sin interferencias externas.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Perdón, al final siempre se impone mi egoísmo.</span></div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-33426309134627187162013-11-13T10:08:00.003-06:002013-11-13T10:08:49.434-06:00Ficciones. (II)<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Monstruo dice:]</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Vivir contigo es extenuante. Desconoces qué anhelas en realidad, un momento alegre, al siguiente, deprimida. Trato de protegerte, de alejarte de aquello que sé te hará daño, pero entre más te hago el recuento de lo que podría salir mal, eres más persistente y tenaz de lo que pareces. Vas, entregas tu tiempo, tus deseos, tu cuerpo a seres que en ningún momento dudarán en alentarte para que continúes en ese desenfreno que te domina. Te dije que no hablaras con ella. Ella no te ama como yo, a ella no le importa verte destrozada, exánime, aplastada bajo el aluvión de sensaciones que te obliga a experimentar como parte de sus arrebatos carnales. Y después, cuando todo ha terminado y quedas en el limbo precedente al "¿qué es lo que sigue?", te abandona, satisfecha ella, violentada tu carne, perforada tu razón, saqueados tus sentimientos. Dime, ¿qué ganas de todo esto? Al final, ¿quién será el que te acompañe a casa? Yo, sólo te quedo yo, para abrazarte -aunque rechaces mis gélidos extremos-, y jurar solemne que yo seré quien guíe tus pasos, que te apartaré de la pena que involucra el tocar la piel de un extraño, y resguardarte, encerrarte en la pared conmigo, a salvo en mi regazo, mientras acaricio tus cabellos en la serenidad que va unida a este momento que podría ser eterno, podríamos ser eternas...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Muñeca no responde. Su mirada perdida no da muestras de reacción. Acostada de lado sobre la cama, eleva la cabeza para finalmente concentrarse en la luz que se filtra por entre las cortinas. Monstruo se acerca lentamente a ella, abrazándola por la espalda, dejando que la frialdad de su piel azulada erice los vellos de sus brazos.]</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Muñeca dice:]</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Me dijo que era bonita. Que mi cuerpo no era como yo lo imaginaba, que era hermoso. Dime, ¿lo es? ¿Vale la pena seguir manteniéndolo, cuidándolo, sustentándolo? Él me mantiene viva, con propósito, con algo por qué vivir...</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Ninfa interrumpe:]</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Tonterías, tonterías las que estás vomitando.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Monstruo se incorpora y la mira retándola a los ojos. Ninfa continúa:]</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">No dejes que él sea el motivo de tu vida. No nos dejes en la sombra de alguien más. Me dejaste dormir tanto tiempo, todo para volver y encontrarte así, un guiñapo que alguna vez deseé tanto poseer que enloquecí por ello. Déjame ser una contigo. Te he dado a probar lo que podemos lograr juntas; liberaste los instintos que tu consciente reprime y te entregaste al placer por el placer. Hedonista total, que no contempló escrúpulos de ningún tipo. Dime, ¿qué puede haber de malo en ello? ¿Qué es lo que te detiene? Que te van a romper el corazón...Querida, ni siquiera sé si aún hay algo dentro de tu pecho. Tú no quieres amor. No buscamos cariño. Podrás tratarlos amablemente, reír, hablarles de lo que piensas...pero sabes que hay una barrera que te separa de ser algo más. Y eso que tú crees es apego, son sólo ganas incontenibles de experimentar el contacto físico que te has negado por tanto tiempo.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Ninfa acaricia el rostro de la Muñeca. Monstruo se retrae hacia la pared.]</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Ninfa continúa.]</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Tú no estabas destinada para esto. Insististe en que podrías darle continuidad, colocarte el disfraz de la compañera perfecta y mimetizarlo con tu piel. No. No estás hecha para ser compañía de nadie. Podrán permanecer un tiempo, pero nada permanente. Sólo nos tienes a nosotras para sostenerte e identificarte como lo que eres, un lobo entre ovejas, tratando desesperadamente encajar en el conjunto. Estás harta de todo y temes a lo que sucederá cuando lo admitas y aceptes, has doblegado tu cuello al yugo y ahora roes la cadena que te sujeta. Una cadena metafísica que te liga a algo que ya no existe. Corta todo, desapégate, quema lo que dejes atrás. Me tendrás a mí, al inicio, al final, siempre. Dolerá menos de lo que imaginas, porque hace tiempo perdiste esa capacidad, esto es sólo un pedazo de sentimiento que quedó protegido por los escombros de lo que alguna vez fue. Libéranos, otra vez, como hace tanto lo hacías. Verás que ese es el camino que sienta mejor a tus instintos... La perdición.</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">[Muñeca está muda. Ha costurado sus labios con un silencio que anuncia cierta decisión. El Monstruo ha entrado a la pared, temiendo lo que sucederá. Ninfa sólo sonríe.]</span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Ella sabe que es libre, otra vez.</span></div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-16650737445995832372013-08-25T18:14:00.001-05:002013-08-25T18:14:33.655-05:00Game we're playing is life, love is a two way dream.<div style="text-align: justify;">
Temo escuchar cierto tipo de música, algunos grupos o canciones que son un detonante para recuerdos de experiencias pasadas, que si bien en su momento tuvieron un papel relevante en mi existencia, ahora son declaraciones de las heridas que aún no logro suturar bien, a fin de que queden bien cerradas y cicatricen hasta dejar un leve esbozo de algo que pasó hace mucho tiempo. </div>
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Es así como voy esquivando memorias, evitando pasillos de dudosa iluminación en cuyos alrededores pudiera agazaparse el espectro de un mal recuerdo, eludiendo a toda costa aquello que sé que me lastimó y empeñándome en querer ser feliz por completo, aún a sabiendas de que -mi subconsciente, siempre a la espera- volverá en forma de sueños que me dejan por las mañanas un sabor a ira, decepción, soledad.</div>
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En algún lapso de nuestras vidas hemos dado en "dedicar" una canción a alguien, algo, un instante en el tiempo u ocasión especial en la que de pronto convergen una serie de circunstancias fácilmente identificables con alguna estrofa de las canciones que solemos incorporar al soundtrack de nuestros días, y a la ligera, sin pensarlo mucho, hacemos una simbiosis donde nuestros recuerdos viven en conjunto de esa melodía que los evoca cada que la escuchamos. </div>
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Podría decir, por ejemplo, que al oír You Know That I'm No Good, vuelvo a ser el conductor de un auto que se desplaza a través de una carretera en la que empieza a llover, con un atardecer que no llega todavía a ser crepúsculo, y a mi lado hay alguien que canta conmigo y de pronto sujeta mi mano, la mano que dirige la palanca de velocidades, en un gesto que grabó en mi cerebro un mensaje de que alguna vez existió un cariño más allá de la simple relación carnal que pudo haber existido.</div>
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Escuchar música para distraerse, para no pensar; imposible de hacer, si he vivido tantas edades, aún sin tener demasiada estancia en esta tierra... Recordar con qué devoción me miraban tus ojos al compás de un Nothing Else Matters que erizaba los vellos de mi piel y me hacían creer que podría, tal vez, ser eterno.</div>
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No tengo problema alguno cuando de olvidar se trata. Y es que siempre he preferido dejar ir, entregar, y luego lidiar a solas con las consecuencias de mis actos. Echar sal a la herida, abrirla, lamerla, como parte de un acto masoquista que disfruto enormemente, porque estoy convencida de que no puedo ser feliz sin al menos una dosis de dolor; cuando por fin me harto de inmolarme, dejo que cierren poco a poco, sin prisas, esperando el momento en que una canción venga a asaltarlas.</div>
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Anna Lee es una de esas canciones que me alguna vez alguien me dedicó casi al final de lo que teníamos, cuando un beso en la frente y un abrazo fue su manera de decirme que no podía lidiar con mis problemas por más tiempo, con una callada promesa de que ahí estaría para cuando yo estuviera mejor. Es más que evidente que eso nunca sucedió. Dejé de creer en juramentos, y mi vida comenzó a ser un poco más fácil sin esa carga que conlleva el ser depositario de los anhelos de alguien más que no está dispuesto a dar lo mismo que tú sacrificas por él.</div>
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Durante muchos años no había podido escuchar esa canción por la cloaca que amenazaba con desbordarse cada que intentaba hacerlo, y el sentirme como una tonta por dejarme influir así también me enojaba, hasta ahora, que descubro que puedo oírla; si bien es imposible suprimir los recuerdos, descubro que ya no me lastiman más, que por fin lo dejé ir por completo y ahora sólo es uno de esos relatos que puedo contar sin agobiarme, sin arrastrar el dedo por la cicatriz.</div>
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No puedo, sin embargo, evitar preguntarme a dónde habríamos podido llegar de nunca haber terminado. Pero supongo es una de esas dudas que sólo vislumbraré en sueños, que me lleven, no sé, a dimensiones que no tocaré en mi realidad actual.</div>
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Sólo recuerda que if you forget my name, you'll go astray, like a killer whale trapped in a bay.</div>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-18069851648063651152013-07-13T04:20:00.000-05:002013-07-13T04:20:52.521-05:00The furries have landed.<div style="text-align: justify;">
Es difícil admitir que tienes una filia. Difícil porque piensas que la gente, los que te rodean, e incluso amigos cercanos, lo sabrán y dirán "¿cómo es que te puede gustar ESO?", y uno sufre porque es lo que te estimula, logra despertar algo en ti que no siempre reconoces, llevándote a formas de acción/pensamiento que muchos considerarían raro, enfermizo, disparatado. A algunos les gustan los pies, a otros los uniformes, unos más se decantan por el cuero y los azotes. Pero, ¿cuántos podrían decir que les gusta el furry, sin recibir miradas de oprobio?</div>
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Cuando eres niño/niña, experimentas, sin saberlo, con tu sexualidad. Hay una curiosidad natural por tocar el cuerpo, conocerlo, descubrir las sensaciones que experimentamos y hasta dónde pueden llegar éstas; desgraciadamente, si somos sorprendidos por algún adulto, la reacción automática es un "déjate ahí", "ahí no se toca", o la peor de todas "no seas cochino/a, eso es sucio". Por eso muchos crecemos con la idea de que el cuerpo tiene partes prohibidas, que luego son objeto de morbo o burla, y nos imposibilita, sobre todo a las mujeres, de poder disfrutar la estimulación, de erotizarnos a nosotras mismas, porque pensamos que esa parte no se toca, a menos que lo haga un hombre.</div>
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Desde que recuerdo, siempre tuve acceso a la información. Mis padres no vigilaban mucho qué leía, y fue en una enciclopedia de la sexualidad donde descubrí la masturbación. Pero a pesar de esta aparente "libertad", no me salvé de las advertencias de los padres, recordándome que eso no se hacía con las manos, que no debía hacerlo sola. Fue en ese momento que pensé, tal vez con otras palabras, "si no puedo usar las manos, debo tener otra cosa". Tenía entre 8 y 9 años, ¿qué es lo que tiene una niña a esa edad, en su cuarto? Já, muchas cosas, pero una que me pareció ideal en el momento: muñecos de peluche. Inofensivos, sin sospechas, fáciles de lavar. </div>
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Como no tenía noción de cómo empezar, recuerdo haber puesto al osito de peluche entre mis piernas, porque así se veía en las ilustraciones del libro, y pensaba que a qué horas comenzaría a sentir algo. Poco a poco me percaté de que se necesitaba fricción para lograrlo, y me dedicaba a ello cada vez que podía, cuando me quedaba sola, cuando lograba ponerle cerrojo a mi habitación para entregarme a mis experimentos. En mi mente infantil le di diálogos a mis juguetes, compuse historias y sentí que la diferencia entre humanos y peluches no era demasiada, puro animismo aplicado. Según fui creciendo, mis juegos se incrementaron; fue así como logré experimentar mi primer orgasmo, todavía ahora lo recuerdo porque me dejó las piernas temblando, el cuerpo empapado en sudor, y la inocencia irremediablemente perdida.</div>
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La pornografía entró en mi vida en forma de literatura erótica, y después, como hentai, manga erótico japonés que conseguía con los amigos y en los puestos de revistas. Pero bien dicen por ahí que uno no olvida las raíces tan fácilmente. Pronto me encontré buscando videos, imágenes, fotos de personas que hubieran hecho lo mismo que yo, para no sentir que lo mío era desviado, perverso. Así encontré el furry. </div>
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Explicado muy sencillo, el furry es la filia sexual en la que la persona se siente atraída por disfraces de animales, generalmente botargas utilizadas por otras personas, también puede manifestarse cuando les gustan los dibujos o representaciones de animales con forma y actitudes humanas. El porno que encuentras de ello es mayormente homosexual, y muy poco heterosexual, pero no por ello deja de ser tremendamente erótico para mí, porque me recuerda aquellas primeras incursiones en lo que sería mi manera de vivir mi sexualidad. Todavía ahora, siendo una persona adulta con mayor apertura en esos temas, aún me encuentro con personas que ven con cierta reserva, y algunos hasta asco, este tipo de prácticas. Yo nunca lo he hecho físicamente, con otros individuos, pero aún así, acepto que es un fetiche que me atrae, y que de haber la oportunidad, llevaría a la práctica.</div>
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<div style="text-align: right;">
Mientras no dañes tu integridad o la de otros, no veo porqué no disfrutar tu cuerpo.</div>
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<br />Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-66946361128752139182013-06-15T03:32:00.001-05:002013-06-15T03:39:22.947-05:00And then the Lamb open the Seventh Seal<div style="text-align: justify;">
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Está el asunto de que siempre te gustó ella. Ella, y nadie más. Claro, tuviste novias, viviste aventuras, nadie tiene por contarte algo que no hayas vivido ya. Pero la espina sigue ahí, de eso que pudo ser, que no disfrutaste porque no pudiste/no quisiste en su momento. Te contentaste con mirarla a lo lejos; su vida no te era muy relevante, ajá, tiene hermanos, unas hermanitas por ahí, nada de qué preocuparse o pensar, que ya anduvo con aquel tipo o descorazonó a aquél otro, que le gusta lucirse en sociedad, es una mujer llamativa, ciertamente, pero eso es lo que menos te importa, pues tu objetivo final siempre ha sido meramente físico, nada espiritual ni de grandes aires. El tiempo pasa, tu vida sigue, pero un día tus ojos caen en, precisamente, esa parte de su historia que siempre habías ignorado. Las hermanas. Oh, los atributos que asoman bajo sus ropas discretas, las formas femeninas que otrora fueran infantiles, luchan por destacarse más allá del rostro todavía inocente que las acompaña. Demasiado jóvenes, tanto que sólo pensar en tocarla te remite inmediatamente a juicios por estupro y corrupción de menores.</div>
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Pero ahora ella ha alcanzado la mayoría de edad, y la niña que algún día te incordió con sus preguntas insistentes, con sus gritos fastidiosos, en este momento se encuentra frente a ti y tú sólo puedes pensar en tocar, aunque sea por un momento, la piel que se logra vislumbrar entre la unión de su pantalón y su camiseta de Pink Floyd. Qué importa ya su hermana mayor, qué podrán decir los que te vean; recuerdas aquella canción de los 80's que decía "Yo nací muy tarde para ti", y te dan ganas de golpear tu cabeza contra la pared de sólo pensar en esas tremendas idioteces. Un "hola" basta para captar su atención, y platican de música, de series televisivas, ocio en general. Sientes una pequeña pero esperanzadora conexión con ella, lo que sea que te permita pasar al siguiente paso...</div>
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El día que logras robarle un beso, y ella no te rechaza, fue el comienzo de esa relación que no creíste posible tener algún día. Vaya, aún te gusta su hermana mayor, pero aún así... Ella te deja en claro que no desea profundizar en la relación, que de esta manera, fugaz, apasionada, sin compromisos están bien. Por ti, perfecto, aún tienes un objetivo mayor y un poco de entretenimiento nunca le hace daño a nadie, ¿a quién le dan pan que llore? A lo largo de los meses, los encuentros casuales, y los no tanto, son frecuentes y sinceros; tú le gustas, ella te gusta. Sin embargo, contrario a tus más fuertes convicciones, un poco de cariño se deja entrever en su trato. Ya no es más "ella", ya no eres más "él". Ella presiente el vínculo fatal, se aleja de ti y tú reaccionas de igual manera, porque se suponía que esto sería sólo un capítulo más, inédito y dejado fuera de la edición final de tu vida.</div>
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Finalmente sucede, ella conoce a alguien más. Tú te juntas con alguien que no es su hermana mayor, pero que te funciona bastante bien. Sus caminos se separan y quedan como amigos cordiales, de ésos que se saludan cuando llegan a verse, pero que no se hablan ya. Así es como debía concluir, ¿qué esperabas? ¿Llantos, gritos, reclamos? ¿La promesa de un futuro mejor? No. Tuviste lo que quisiste en su momento, y al quedar un buen sabor de boca, la posibilidad de repetirlo quedan anuladas definitivamente.</div>
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Como buenos e inconformes seres humanos que somos, no basta con dejarlo hasta ahí. A pesar de que se concluyó el ciclo, insistimos en darle vueltas al asunto, y soñar despiertos con lo que pudo haber sido, y que no fue. Imaginamos todos los escenarios posibles, las situaciones que nos pudieron llevar a ese punto, y ese inevitable no retorno del cual nos cuesta salir cuando las ensoñaciones han terminado. Los "¿qué tal si...?" se convierten en universos paralelos en los que cualquier fantasía se vuelve posible, nos evaden por unos momentos de nuestra realidad actual, y a veces hasta nos llegan a sacar una lágrima solitaria como réquiem por los días que nunca fueron. Después de todo, ¿qué daño pueden hacer los sueños?</div>
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Y aún así, no puedes evitar mirar las estrellas cada noche, y pensar en ella.<br />
Como si hubiera sido ayer.</div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-83214823257031976812013-06-08T23:52:00.001-05:002013-06-08T23:53:25.983-05:00De complejos de Electra y gente que debería permanecer muerta en mi memoria.<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Mis padres tienen una diferencia de 26 años entre sus edades. Muchas veces me he preguntado (y le he preguntado a mi madre) cómo fue que se enamoraron, y decidieron hacer una vida juntos. Nunca me ha podido dar una respuesta que vaya más allá de "pensé que todo sería distinto". A pesar de sus claras diferencias, no se han separado, aunque se les hayan presentado muchas ocasiones para ello. </span></div>
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Yo siempre he preferido a mi padre. Vaya, él era el que me llevaba y traía de la escuela, el que me dejaba jugar en las maquinitas, el que me llevaba chocolates en el recreo, el que me pasaba por la reja de la secundaria los materiales que olvidaba por andar en la pendeja. Durante muchos años, escuché sus comentarios negativos acerca de mi madre, de la familia de mi madre, de sus demás hijas, de sus otros hijos, de mí. Fui su buzón de quejas. Y su leal side-kick, cuando iba a ver a sus amigos. Entre ellos, estaba C. Alto, delgado, ojos claros de un color que no logro recordar, tez blanca, ligeramente quemada por el sol, cabello castaño claro, rondando los 40 años. Él era, como se lo dije hasta el final de sus días, un hijo de puta; cuenta la leyenda que su madre tenía un prostíbulo en la cuartería atrás de la casa principal, donde alojaba a las muchachas, dándoles vivienda y lugar de trabajo al mismo tiempo. Dicen que él odiaba a esas mujeres que prometían amor a cambio de un pago, y odiaba a su madre, por extensión. No sé qué pasó, que dicho negocio fue clausurado, y de esto sólo quedaron recuerdos dispersos por ahí.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Él era esposo de una familiar mía, y nuestra relación era complicada. Recuerdo conocerlo desde siempre, pero mi primera memoria concreta es estar parada frente a su biblioteca, contemplando la colección de tiras de Mafalda en ella; él me dice que tengo permiso para ver cuantos libros quiera de ahí, y ésas son las primeras que tomo. Tenía 7 años, pero nunca olvidaré al hombre cuya mano siempre estaba ocupada con un cigarro, que hablaba con groserías y tenía cuatro nombres antes de sus apellidos. Él fue el primero al que le creía que era ateo. Había crecido en colegio de monjas, y las detestaba lo suficiente como para no querer saber de la religión, sin embargo, en su muerte se le envolvió en sudario y se colocaron estampitas de santos en su ataúd, y un rosario en sus manos. La eterna contradicción entre lo que deseamos y lo que la familia decide por nosotros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Recuerdo que peleábamos por muchas cosas. Aún lo veo con sus más de 1.80 m, gritándome a mí, una mocosa de 12 años, que si no me gustaba su forma de enseñarme matemáticas, bien podría irme a chingar a mi madre. Sus manos tocando con desdén mi cabello, calificándolo de "lacio indio". Por él fue que quise hacerme una permanente a los 13 años, que salió terriblemente mal y sólo duró una semana. Él es la única persona, en lo que va de mi existencia, que me ha preguntado cómo me gustaría que fuera mi funeral. Mi padre le pidió que no me preguntara ese tipo de cosas, pero él respondió "tiene 15 años, esa idea ya debe haber cruzado su mente". Y en efecto, era algo que yo ya había meditado. Él me acostumbró a responder las preguntas más íntimas con cierta indiferencia, a esconder sentimientos, a no llorar frente a los hombres porque eso era chantaje sentimental. "No me importa que llores, te chingas porque sabes que estoy en lo correcto".</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Si alguna vez llego a padecer algún tipo de cáncer de pulmón, le echaré la culpa. Fumaba más de tres cajetillas al día, su perpetuo olor a cigarro me molestaba pero me rehusaba a apartarme por más nauseabundo que fuera. Hacía bromas ingeniosas que involucraban palabras soeces, blasfemias, falta de respeto hacia los demás. Yo le ponía cara de enojada, pero por dentro me reía. Odiaba reírme con sus ocurrencias. Entonces él se exasperaba y me decía que iba a terminar amargada y sola si seguía siendo así de apretada con mis ideas. Que debía aprender a aceptar lo asqueroso, lo grotesco, lo retorcido, para sentirme libre de vagar entre ello sin temor a hundirme. Él fue de los pocos adultos que abordó el tema del sexo conmigo, dándome consejos que eran malos para ese momento de mi vida, pero buenos para la futura. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Fue una versión más joven, más hostil, más viciada de mi padre. Un ser inestable que era demasiado inteligente para la química, matemáticas y física, pero pésimo en finanzas y administración. Tomaba proyectos para matar su tiempo, como aquella vez que declaró que haría una alberca en el patio trasero de la casa, y empezó a romper concreto y a cavar, hasta que logró hacer un agujero rectangular de 5 x 8 m, que se quedó en tierra removida y escombros. Su buen humor era contagioso, su risa era grave y sonora, las arrugas de su rostro se marcaban con la sonrisa sarcástica que solía tener. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">C. murió de cáncer pulmonar. Se consumió rápido; en diciembre se lo diagnosticaron, en marzo estaba falleciendo. Fue impactante ver cómo ese hombre, delgado pero fornido, perdía masa muscular y quedaba hecho un saco de huesos. Aún en su condición, nunca perdió su orgullo, no dejó que "los chamacos", como nos llamaba, lo viéramos así. Para ese entonces yo tenía 18 años y creía que las personas me iban a durar para siempre. Su muerte fue tan dolorosa para mí, que todavía al recordarlo se me escapa una lágrima, no puedo evitarlo. Aún con todos sus regaños y discursos sobre "ser fuerte", no puedo. Yo no quería creer que él era el que estaba en el féretro rentado, porque lo iban a incinerar, y éste le quedaba justo porque no tenían uno más largo para él. Recuerdo que me acerqué a su cadáver y le dije al oído que yo sabía que él podía escucharme, porque él me había enseñado que ese sentido es de los últimos que mueren. Le afirmé que él era mi cabrón e hijo de puta favorito, y que cómo podría haberse muerto sin terminar de enseñarme geometría analítica. Rompí en llanto y no pude decirle más. No pude decirle lo más importante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Tuve dos figuras paternas. Pero quedé prendada de la adoptiva. Busco sus rasgos de personalidad en los hombres que han estado en mi vida, me atraen las personas con físico similar al suyo, aún me sigue deprimiendo su ausencia. A veces pienso que es mejor que haya sido así, que haya desaparecido después de haber hecho tanto daño, no sólo a mí, sino a mi padre; otras, deseo que siguiera vivo sólo para poder restregarle en la cara que no me quedé sola, como él pronosticaba. En realidad, no lo sé. Pero de lo que sí estoy segura, es de que él fue lo que puedo llamar, a falta de mejores palabras, mi primera relación de amor y odio con un hombre. Un amor desenfrenado que odiaba sentir. El único enemigo que quise a mi lado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
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<span style="font-family: Courier New, Courier, monospace;">Go ahead and play dead.</span></div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-49757175581294504492013-05-12T19:09:00.004-05:002013-05-12T19:10:48.179-05:00Ficciones.(I)<div style="text-align: justify;">
"No puedo vivir sin ella", pensó la Muñeca de Trapo, mientras se acurrucaba bajo las sábanas, con los ojos abiertos, mirando a la nada en la oscuridad. Había algo de vacío, un sentimiento que no la dejaba dormir, a pesar de tener el calor de alguien más que la abrazara y le consolara diciéndole "todo va a estar bien". Ella sabía que no era cierto. Sabe que no puede estar en un mismo punto por siempre, que la monotonía se le antoja insoportable, que no puede mantenerse estable durante mucho tiempo. Se incorporó de la cama para dirigirse al baño, encendió la luz, y entonces la vio. Una mano tímida asomando desde la pared. Bajo cualquier otra circunstancia podría haberse asustado, pero no ahora, si de cierta manera la esperaba. Oculta, emparedada, olvidada... Su Monstruo en la Pared, ese cadáver intangible que la asaltaba en sueños para abrazarla y aconsejarla, aunque ella no quisiera escucharla. Durante muchos años vivió creyendo que sus delirios adolescentes eran la causa de sus apariciones, porque uno se niega a creer la posibilidad de otro "yo", de una conciencia ajena a la nuestra, en el mismo cuerpo. Pero no, ahí estaba, a la espera de que ella la tomara de nuevo entre sus brazos, dejándola libre de su prisión de concreto y ladrillos. </div>
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Se acercó, y automáticamente acarició la mano blanca, fría y frágil que recordaba tan bien. "Te extrañé", susurró al aire. No hubo respuesta. Un poco decepcionada con esta indiferencia, continuó su camino al lavabo, donde refrescó su cara. Ahuyentar el sueño bajo estas condiciones era lo que pretendía, y regresó a la cama dispuesta a masturbarse para olvidar un poco el hecho de que se está hundiendo, y ya no sabe qué hacer para evitarlo. Cerró los ojos y pensó en ella, en su Ninfa Dormida, ésa que siempre la guiaba a explorar caminos torcidos, a ensuciarse las manos con sangre ajena, a no arrepentirse jamás de sus deseos. Sintió que la excitación empezaba a invadirla, siguiendo los recuerdos de aquí y allá, un poco de pornografía, un poco de lectura erótica, un mucho de fetichismo. Finalmente, el orgasmo, la cura para su eterna histeria auto-infligida. "Qué cosa tan extraña y maravillosa", se dijo para sí, mientras las piernas le temblaban tras la sensación que desde antes se le figuraba eléctrica, una descarga que comenzaba desde su clítoris, para recorrer sus extremidades, sus senos, y terminar en ese mismo punto. Ese momento en que se sentía sola, y a la vez, sin necesidad de nadie más. Ojalá pudiese estar así, todo el tiempo...</div>
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Fue ahí, estando tan indefensa, tan vulnerable, que sintió el abrazo gélido del Monstruo, paralizándose unos momentos. Miró su rostro, y sus ojos tristes y vacíos le devolvieron la mirada. "No me dejes." El abrazo se hizo más fuerte, lastimándola ligeramente, pero no se atrevió a quejarse. Sabía que a una palabra suya, ella volvería a la Pared, y seguiría viviendo despreocupadamente, sin necesidad de recordarla. Pero ese instinto que la orillaba a la destrucción la llamaba, junto a esa avidez de tener con quién descargar todo ese resentimiento, odio, tristeza, rabia que la estaban consumiendo. Desde ese momento, no pudo soltarla. Supo que, aunque los años habían pasado, ella era parte de su ser, y no podría matarla así como así. Volvían a ser dos las que habitaban ese cuerpo, y tal vez, sólo tal vez, si ella decidía volver al camino torcido...</div>
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Sólo así, la Ninfa dormida podría despertar otra vez. </div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-91834303348562478842013-05-07T21:01:00.001-05:002013-05-07T21:01:26.744-05:00...Hola, escuela nueva.<div style="text-align: justify;">
En algún lugar, hay un chamaco pensando en que me extraña, porque yo no los regañaba (tanto) ni los jodía (tanto) como su actual profesor(a). </div>
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No es cierto, de seguro ni se acuerdan de mí. </div>
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Trabajar con más gente es extraño. Neta, ya me había olvidado de lo que era tener que estar de acuerdo con alguien más que no fuera yo misma, de esperar a la gente para irnos a un mismo lugar, y de tomar decisiones que no afecten negativamente a otros. Pero no mamen, vine a caer en un lugar donde están divididos en bandos, y pues hay que irse acostumbrando a tomar partido del que más me convenga. ¿Que así es en todos lados? Ay, ya lo sé, pero me desacostumbré mucho, mucho. Siendo yo solita, recuerdo que veía películas de zombies con los chamacos y no había problema, les mostraba un poco de la música que me gusta y se adaptaban, todo bonito, todo decisión mía. Pero nada más llegué acá, se acabó todo eso que porque hay que inculcar valores, que no es propio de una profesora, que bájale porque nos van a demandar. Ash. A veces dices "ok, le bajo a mi desmadre, me paso", pero luego te das cuenta de que son las demás personas las que tienen una visión muy distinta a la tuya y nunca van a coincidir, así que doblas las manitas y te acomodas, porque vienes nueva y no quieres echarte enemigos.
Sin embargo, el otro día me sucedió algo muy cagado que me dejó en claro qué esperar de mis compañeros. Se hallaban mis alumnos en clases de computación (porque tienen su propia maestra, sépanlo), y en una de ésas, la profe tuvo que salir al baño, así que los dejó con actividad y se dirigió a hacer lo suyo. Uno de los niños aprovechó a sacar el celular (el cual está prohibido traer/usar en la escuela) y se puso a ver videos, lo cual distrajo a los demás, formando un círculo concentrado en ver sus pendejaditas. Justo estaban en eso, cuando regresa la maestra y los cacha en la maroma. Saldo: Ocho chamacos castigados con planas de "No me debo distraer en clase", recaditos para las mamás, y un celular confiscado. Como ésto sucedió antes del recreo, antes de que el niño se fuera, la maestra le pidió que nos mostrara qué era lo que estaban viendo en su cel. Eran dos videos, el primero, un comercial donde salían unos bebés en patines y patinetas (?). El segundo, era ésto:</div>
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Así como lo ven, con fast foward y todo. Yo reía por dentro pensando "aah condenado chamaco, traes mejor cel que yo", y justo en la parte en que Homero empieza a matar gente, convertido en la Parca...</div>
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Maestra 1: Mira, cómo se ve la obra del Maligno en esta serie.</div>
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Yo: ¿Ah? (Cara de WTF?)</div>
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Maestra 2: Ay maestra, por qué lo dice.</div>
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Maestra 1: Tentando a las personas con la inmortalidad y el poder sobre la vida. Y mira, aquí desafiando a Dios con esas burlas. (Refiriéndose a la escena donde Homero corre de la columna de fuego.)</div>
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Yo: Pero es una sátira, es mejor no tomarla en serio.</div>
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Maestra 1: Sí, pero desvía el pensamiento, atrae a la mala voluntad y poca fe...</div>
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Yo no sé cómo aguanté la risa. Y lo hice porque apenas las vengo conociendo, pero ¡qué cosas les estoy conociendo! Mejor me guardé los comentarios; pasó el recreo, entramos al salón. El alumnito que había traído el cel andaba bien triste (porque es de esos alumnos que sí se comportan, fue su primera falta de ese tipo), y me pregunta tímidamente:</div>
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- Maestra, ¿a usted le gustan los Simpsons?</div>
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Le dije que sí, y creo que le caí un poco mejor, al menos por ese día.</div>
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Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2630802078396789572.post-43677532777301052322013-05-01T19:32:00.001-05:002013-05-01T19:32:51.934-05:00Testing.<p>Escribir, como solía hacerlo alguna vez, se me ha estado complicando desde hace un tiempo; tal vez sea el hecho de que hay personitas de mi vida diaria que saben de esto (hola, saluden), y por otro lado, la comodidad que representa el tener un celular en el que puedes twittear, mandar correos (sí, aún escribo correos), revisar el FB, mandar sms y usar el whatsapp. Ah, y a veces hasta hablo por teléfono, cómo de que no. Debido a mi vida nómada, me resulta muy, muy conveniente poder tenerlo todo en un aparatito que traigo en el bolsillo del pantalón, y poco a poco, he relegado el uso de mi laptop a descargas de series, música y libros, además de los trabajos que realizo para la escuela. </p>
<p>Me ha resultado algo difícil adaptarme, no pensé que alguna vez lo diría pero el ver a mi familia, amigos y demás me resulta todavía desconcertante, siento que en algún momento se me acabará el tiempo y será hora de regresar, pero no, es definitivo, no hay vuelta atrás. Estoy retomando muchas actividades que dejé de realizar porque no me era posible en el rancho, voy a ejercitarme, desempolvé mis consolas, visito a mis amigos, me pongo al día con las noticias familiares. Y también quiero retomar mi blog, al cual vengo sólo cuando necesito desahogarme, y se ha llenado de emociones que sólo delatan lo miserable que puedo ser. No dijo que ahora seré todo amor y alegría (aarrrgh), pero sí que no lo dejaré tanto. No tenía ni idea de que había una app de Blogger para android, tanto deambular en internet para no verla... En fin, esto es una prueba, y si es efectiva, entonces ésta usaré para actualizar más seguido. </p>
<p>Gracias si has llegado a leer hasta aquí. </p>
Hattorihttp://www.blogger.com/profile/13521859662030104319noreply@blogger.com1