martes, 28 de octubre de 2008

Queridos (?) padres de familia...

Pensándolo bien, trabajar de maestra es bien bonito, hoy me pusieron cortinas color azul claro en el salón y me encantaron, hasta más ganas dan de esforzarse...

(Inserte aquí foto que olvidé tomar en el momento.)

Además de que las madres de familia son las que organizan los desmadres de día de muertos, posadas de navidad, ventas para recaudar fondos, que si el convivio del día del niño, cooperaciones para copias y adornos: nunca en mi vida he apreciado tanto un comité.

Lo que sí me da cosa es que se apegan demasiado a sus hijos, al punto de que todos los días me preguntan que cómo se portó, qué hizo en el recreo, de qué color orinó; y yo como buena persona que soy, las mando al chile elegantemente dándoles explicaciones genéricas cuya traducción universal es: soy maestra, no niñera. Entre todos los maestros acordamos vigilar la puerta principal a la hora de la entrada para que sólo los niños ingresaran por ésta, mientras los padres quedaban afuera, esto lo hicimos por dos razones: a) salvaguardar la seguridad de los niños al evitar el ingreso de personas ajenas a la institución, y b) quitarnos de encima padres chismosos que nos vienen a retrasar las clases haciéndonos mil y un preguntas del tipo ya descritas arriba. Sé que si en algún momento llego a meter la pata -o algo más- y tengo un engendro, yo también estaría sumamente interesada en saber si fue al baño o no en la escuela, pero hay que comprender que el profesor a cargo NO puede ver en todo momento a un niño en particular, los grupos son numerosos y es un triunfo sacar adelante a uno compuesto por 30 elementos o más...y cómo no mencionar a las mamás que siempre quieren que el chamaco se siente enfrente, cómo noooooo...he perdido la cuenta de las veces que me han pedido mover a alguien al frente, y la respuesta es la misma: no puedo ponerlos a todos así. Imagínense que así fuera, tendría una muralla de escuincles que al final ni sabrían que onda porque entre ellos mismos se aplastan. Digo, la inteligencia no depende del lugar donde te sientes, sino el empeño y esfuerzo que le pones, y sobre todo poner atención cuando digo las instrucciones porque me caga tener que explicar tres veces algo tan simple como encontrar todos los círculos y colorearlos de rojo (pregunta de examen de primer año). A propósito de eso, la semana pasada apliqué examen de evaluación del bimestre y salieron bastante bien, puse una materia por día para que no lo sintieran pesado; pero no faltaron las madres de familia que terminando el examen ya me preguntaban cómo habían salido. Changos, cómo quiere que sepa si ni he calificado. Iba a convocar a junta este viernes para ya quitarles la calentura de saber, pero el director dijo que nel vato, que se esperen hasta la siguiente semana, jaja. Así que la junta se reemplazó por convivio de día de muertos, donde espero recibir tamales y chocolate caliente, ¡yei! Obvio que yo no pondré un peso, es la ventaja de ser quien se encarga de educar a sus hijos...


Sí, hay momentos en que ser maestra está con madre.


1 comentario:

Brizio Martinez dijo...

Orale....algun día quiero ser como tu me fascina tu escrito, sali de varias metidas de pata que hemos estado cometiendo con Briizito, tambien va en primero, todo lo que dices hacemos, gracias por tus comentarios, vamos a dejar mas a la maestra....Ja ja ja ja