miércoles, 29 de octubre de 2008

Dicen que somos nosotros los que no funcionamos


...Pero esas personas que se quejan de que el maestro no sabe imponer su autoridad ante el grupo, es porque no se acuerdan que en nuestros tiempos se utilizaba el reglazo, el gis volador, los tapetes de corcholatas, la humillación pública, el zape de borrador y demás medios para controlar a los chamacos rebeldes. Ahora que tooooodos saben de los derechos del niño y cuanta jalada, no permiten que le toquemos un cabello al condenado escuincle que hace su voluntad en el salón, y nada más nos piden que "diseñemos estrategias" encaminadas a componer en un ratito al niño que en su casa no le inculcaron reglas ni respeto por los demás. Entonces, ¿cómo trabajar así? Con lo único que me queda: armas psicológicas. Arrooooozzz...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que... un buen madrazo a tiempo y listo... si en casa no los educan creenq ue el maestro lo hara y luego no lo dejan.. chales