lunes, 26 de enero de 2009

Guía [casi] definitiva para sobrevivir a los tipos que gritan piropos en la calle.

Yo no me considero de ninguna manera una belleza griega, de hecho pienso que soy como una modelo…pero de Botero; sin embargo, siempre, sin habérmelo ni temérmelo, me gritan de cosas por la calle, léase: piropos, guarradas, chiflidos (bueno, eso no cuenta como grito), saludos (como el típico adiiiiooooossss…así, sin acento), chuleadas y una que otra mentada de madre (en respuesta al dedo que les pinto a veces). Existen también los casos especiales, como los taxistas que casi casi se te enciman cuando abordas su unidad, una vez viví un caso digno de una película de terror, en la que el vato hasta me decía que total ya sabía dónde estaba mi casa y podía venir cuando se le hincharan los huevos. Brrr.

Estas situaciones las he vivido desde secundaria, por lo que he desarrollado cierta inmunidad a tales despliegues de naco galanteo, traducido en: soy totalmente sorda a todo lo que me puedan decir/gritar/chiflar por la calle, es más, si un conocido intenta hablarme, si realmente me conoce sabrá que conmigo no sirve el “tsss, tsss”, ni silbiditos; a huevo tiene que decir mi nombre o alguno de mis apodos para que yo voltee, si no, pues no. Aunque esto también resulta contraproducente, porque los no iniciados terminan pensando que soy una mamona que no saluda cuando anda de paseo, ash. Pero volviendo al tema que nos ocupa, he decidido compartir esta sabiduría (ja, ja) con las chavas, mujeres, señoritas, doñas, monjas, etc., que aún se rían nerviosamente cuando les lanzan los perros tan fugazmente: contrólense, las risas pendejas son para las niñas de secundaria, las verdaderas hembras alfa los ignoramos o reaccionamos de acuerdo a las circunstancias.

Por eso, clasificaré las acciones de acuerdo al tipo de ente que nos encontremos en nuestro camino cotidiano:

ALBAÑILES.

Modus operandi: Desde lo alto de su pared/techo/cuchitril voltean, te sabrosean con la mirada y acto seguido sueltan su "con esa torta ni chesco pidooooo", todo en el lapso de 2 segundos.

Acciones a tomar:
  1. Ignorarlo olímpicamente (es la más aconsejable en estos casos).
  2. Si el sujeto en cuestión insiste con sus guarradas, le pintamos dedo SIN VOLTEAR A VERLO, mirarlo tan siquiera de soslayo sólo acrecenta su erección mental.
  3. Este requiere entrenamiento y cierta predisposición mental: en el caso de ser dos o más albañiles los que te ataquen repetidamente, debes voltear, ofrecer tu mejor sonrisa, levantar la manita con ademán femenino, y con la voz más masculina que tengas, decirles: "¡aaaayyy qué picarones me salieron!" Sobra decir que se quedarán pasmados durante 3 segundos, tiempo suficiente para escabullirse sin daños a terceros.

OFICINISTAS.

Modus operandi: Generalmente en casa no tienen lo que necesitan, por lo que acosan a pobres muchachas solitarias por la calle, los reconoces porque van con la cabeza baja y al pasar junto a ti dicen un "adiiooossss", "qué culito tan fino" o "tantas curvas y yo sin frenos".

Acciones a tomar:

  1. Mandarlos amablemente a chingar su madre, eso por lo general los amedrenta pues su naturaleza es cobarde; ahora que si se ofende el cabrón,
  2. Te haces la occisa y aumentas el ritmo del paso para dejarlo atrás. ¿Qué? Es guía para evadirlos, no para pelearnos, duh.

CAMIONEROS.

Modus operandi: son los que al recibirte el pasaje se agarran la mano diciéndote "ay qué suavecita la tienes", o de plano no te cobran y te guiñan los ojitos, o en otros casos te cobran menos con un "para que le alcance el mandado mamacitaaaaa".

Acciones a tomar:

  1. Tonta la que no aproveche el ride gratis. Sólo debes dedicarle una sonrisa, decir "gracias" y refundirte hasta el fondo del bus. Ya bastante le dimos sonriéndole, qué más puede pedir.
  2. Si te agarra la mano diciéndote que la tienes suavecita, responde: "ay sí es que el herpes/tiña/impétigo que tuve hace una semana me la dejó lisa con tanta pomada". Asegurado que no te volteará a ver en todo el camino.
  3. A veces las risas tontas de colegiala funcionan como respuesta, sólo recuerda bajarte por la puerta trasera del camión, si no, corres el riesgo de que vaya más allá y te quiera dar un llegue.


TAXISTAS.

Modus operandi: Ésta es la especie más peligrosa, pues vamos solas, indefensas y a su merced en un vehículo que no podemos manipular ni aparcar para huir. Por lo general comienzan hablando de sus amores previos, de cómo aunque los lastimen ellos siguen creyendo en el amor, te preguntan que si tienes novio, si sí, pues qué afortunado al tenerte y que él también le gustaría estar con una chava como tú, y si no, que cómo es posible eso y que él te trataría como una reina si estuvieras a su lado.

Acciones a tomar:

  1. Prevenir es la mejor defensa. Desde el momento mismo en el que detienes el taxi, observa bien al chofer. ¿Tiene cara de pervertido? ¿Trae música guapachosa y/o pseudoromántica? ¿Te mira insistentemente más allá de tus partes visibles? CUIDADO, estamos ante un posible perreador. Si no traes mucha prisa, has como que estabas saludando a alguien y lo detuviste por error; si estás acarrerada, ni pedo, prepárate para un posible ataque.
  2. A todo, TODO lo que te pregunte, responde con monosílabos, y de preferencia con tono enfurruñado. ¿Te pregunta tu nombre? Dile que te llamas Hermila, Pancracia, Agripina...Entre más culero, mejor.
  3. No dejes que te toque, dale el dinero en el aire, aviéntaselo, déjaselo en el asiento, repito, ¡¡NO DEJES QUE TE TOQUE!!
  4. Si vas camino a tu casa/escuela/trabajo, bájate una cuadra antes. Caminarás más pero al menos tendrás un stalker menos...


JUNIORS.

Modus operandi: Si sus papás tienen varo, irán en auto y desde ahí iniciarán el ritual de cortejo con un "¿qué onda we? ¿Quieres dar el rol conmigo?" Por lo general son totalmente inofensivos pues NO están coqueteando contigo, sólo están compensando su complejo de inútiles presumiendo las cosas materiales que no son de ellos, por lo que sólo tenemos dos alternativas con ellos.

Acciones a tomar:

  1. ¿Está guapo y/o simpático? Súbete al pinche auto, qué chingados. Nada más toma en consideración dos cosas: a) Sólo debe ir él en el auto, y b) No dejes que le ponga el seguro a tu puerta en caso de que debas arrojarte/bajarte del auto.
  2. ¿Está feo como fundillo de chango y no tiene gracia al hablar? A la ñonga, sin chistar.


GUARROS.

Modus operandi: Los de tipo guarro son muy, muy molestos y castrosos, te gritan de obscenidades, se agarran los genitales, se relamen los labios lascivamente. Por lo general son poco atractivos, y su estatus social, ya sea bajo, medio o alto, no los redime de su comportamiento: rico o pobre, si eres guarro, guarro te quedas.

Acciones a tomar:

  1. Nunca les respondas. Yo viví junto a una prima uno de los episodios más desesperantes de acoso en un estacionamiento: un guarro nos gritó algo de que te apachurro las nalgas, y como mi prima es de armas tomar, que le responde que las de su madre serán y el otro wey contestó que le iba a dejar el culo guango cuando se la metiera y...ustedes imagínense. Lo que me desesperó es que íbamos avanzando y el tipo, acompañado de otro tipo (igual de guarro) nos iba diciendo de cosas hasta que de plano nos escudamos tras un grupo de acomodadores.
  2. Si puedes, entra a algún negocio o pégate a algún grupo. En estos casos, la compañía de más entes disipará cualquier intento de contacto.
  3. Como pueden ver toda recomendación está de más, sólo HUYE.


POETAS.

Modus operandi: Son los que te sueltan alguna frase garigoleada para halagarte, y como en todo, hay algunos que son ingeniosos y agradables, y hay otros que de plano...mejor no deberían ni intentarlo.

Acciones a tomar:

  1. ¿Te soltaron una frase bonita? Sonríe encantadoramente, y sigue tu camino. Ya si te quieres lanzar por el tipo después de cinco palabritas pues es tu pedo.
  2. ¿Te dijo algo más chafa que unos lentes de sol Versánchez? Dedícale tu mirada más despectiva y susurra..."pobre pendejo". Ah sí, no olvides acelerar el paso después de esto último.


Recomendaciones finales:

  • Evita lugares llenos de hombres en demasía; atraviesa la calle, pégatele a un grupo de gente: eso cohíbe al que quiera decirte algo.
  • Pon cara de pocos amigos y no sonrías, eso te hará ver machorra y como que así no se antoja.
  • Nunca subestimes el poder de un dedo pintado en circunstancias favorables.
  • Disfruta el piropo en privado. Hey, después de todo, te lo has ganado...¿o no?


Siento que aún me faltan más subespecies, sin embargo tampoco me las quise inventar, sólo hablo de las que me he encontrado y experimentado; no tengo nada contra los piropos ni estoy traumada ni me pasó algo desagradable mas que lo ya descrito, cuando me los dice alguien que es conocido o amigo prefiero dejarlos ser porque si me los dicen ya es bajo su propio gusto y riesgo.



Aunque…admitámoslo: cada vez que me dicen un elogio, mi ego sube hasta el infinito. ¿No es adorable? Yo sé que sí.

6 comentarios:

tOnYtO dijo...

Excelente guia, ya estoy cansado de esas albañilas, riquillas y demás mujeres sin respeto que me abordan en la calle.

Por si acaso compraré algún gadget de defensa personal, un sable lasser o algo parecido.

Adios, enfermeeeeeeeeeeeera.

«danito» dijo...

Cieeeeeeerto. Son para el ego.

Y los privados son los que de verdad se dicen desde adentro. snif!. Ahi, hasta un simple: "me encanta cuando sonries" es el nonplusultra del piropeo.

Los otros son solo para el ego.

Ah, eso ya lo dijiste/dije.

¬¬

Carrie dijo...

Jajajaaja yo una vez venia de mi escuela caminando hacia mi casa y se me acerco un entenadazo en su "bicla" y empezo a pedalear despacito pegado a la banqueta y me iba diciendo guarradas y yo dije OMG!.. en eso me trabajo de mas el cerebro y agarre mi botella de jugo y se le heche a la llanta delantera con un tino de campeonato.. se fue de hocico peor rebotó contra el pavimento bien cabron y podria jurar que le vi sangre en el hocico, solo pense "oops se me paso la mano" y me subi a un taxi para que me llevara a mi casa que estaba a dos cuadras.. jojo

Sascha! dijo...

Alguna vez intenté escribir de eso en mi blog, pero no supe formularlo! magistral!

y si, existen las subespecies que solo atacan cuando caminas de noche y ellos van en su coche, snif... esos confunden, por que dan la finta de gente perdida pidiendo direcciones, nada mejor que un dedo bien pintado U_U

y alguna vez me enfrenté a los que atacan en manada, no dicen nada, pero bajita la mano en lo que evitas el tumulto quieren meter mano, esos no supe enfrentarlos.

lo demás, seriedad, ver al piso o ver de frente, monosilabos y demás, perfecto!

tienes toda la razón, tal vez profundice un poco en mi blog después!

saludos!

kido. dijo...

Te hicieron falta los piropos soeces de obreros surrealistas
Tales como.

Yo ni mi madre incendiamos crujido tan idóneo en Shangri-La

Ella resopla, acelera el paso y aprieta con su mano el paquete de pañuelos perfumados que lleva en el bolso para (en momentos como éste) descargar su rabia como una señorita.

¡Taquígrafa cimarrona!

Ella se indigna y se gira a mirar reprobatoriamente a su agresor verbal.

Cada vez que pienso en ti muere un pingüino

Ella no puede reprimir una sonrisa ni evitar la extinción de esas aves marinas.

Anónimo dijo...

jaja simon, yo soy delos oficinistas :(


chido blog