viernes, 21 de noviembre de 2008

Miopía


Estoy tremendamente fregada de la vista, al menos para ver de lejos no doy una. Es por eso que al conocer a alguien, miro más que su rostro; la forma de caminar, los gestos de las manos, la voz, son detalles en los que me fijo mucho, al igual que el estilo de vestir -que dice mucho de una persona- así como los reflejos involuntarios o tics que pueda tener. Creo que por eso muchas personas se cohíben un poco al estar conmigo, piensan que soy muy fijada lo cual es casi un equivalente a criticona, si supieran que me da miedo agravarme más y perder la vista, creo que no les importaría tanto el que intente grabarme su rostro, perder la vista es una posibilidad que me pone los vellitos de punta. Por eso registro todo con mis ojos, llevo una bitácora ocular para el día en que ya no tenga esas ventanas, porque no quiero olvidar y volverme inútil, porque no quiero dejar atrás tan fácilmente una vida de luz.

He considerado operarme pero para eso mi organismo no está listo aún porque no he dejado de crecer, lo podré hacer hasta los 24 años y entonces sí, qué felicidad ver bien.

1 comentario:

Juanitos Blog dijo...

Yo tambien me fijo mucho, mucho pero mucho en al forma de caminar.
Asi cuando vienen caminando de lejitos, esas personas que tengo años de conocer, se que tengo que decirles Hola. Mas que nada, para identificarlos.