La experiencia de un coño helado es algo que no le deseas ni a tus acérrimas enemigas.

¿Cómo están, amiguitos del bosque? Sé que me he perdido un buen rato, pero ustedes entenderán; trabajar en el cerro, saliendo sólo cada quince días, es algo que cansa a cualquiera; llegas a casa y lo único que quieres es disfrutar de toooooodo lo que NO tienes allá (tele, videojuegos, interLOLz, novio, familia, alcohol), por lo que no me clavo en la compu, mas que para revisar mi mascota en Pet Society (mándenme regalos, no sean culeros), y el Twittah que consume mis horas y me hace desear tener internet ilimitado en el cel. Con la novedad de que tuvimos que entrar el seis de enero, nos acortaron aún más las vacaciones; estoy segurísima que llegará el día en que salgamos el 23 de diciembre y tengamos que entrar el 2 de enero, snif. Pero prosigamos; a nuestro querido gobernador se le ocurre anunciar que no tendríamos clases el viernes...el miércoles por la noche. EN LA MADRE: podríamos haber entrado hasta el domingo a la comunidad, porque sólo dimos clases el jueves, y todo el fin de semana fue de aguantar el frente frío que hizo descender la temperatura entre 10° y 8° allá donde trabajo, no mamar, hacía un frío de la puta madre, todavía el miércoles y jueves no sufrí tanto porque entró mi novio conmigo a la comunidad (tuvo que ir a supervisar dónde estoy viviendo), pero el viernes que se fue...Empezó el martirio. Me endeudé con un cobertor que le compré a una doña de ahí mismo, tapicé mis puertas con papeles y cinta adhesiva, me envolví en mi sleeping bag con dos cobijas encima, traía puestos dos suéteres, un chaleco, calcetas, pants...Y aún así sentía frío. El sábado se fue la luz, me tuve que bañar con agua HELADA, pero así, HELADA; agradezco a Alá y su profeta el hecho de que no se me hayan partido mis partes pudendas en trocitos como los objetos que congelas con nitrógeno...AY, YA SÉ, SOY UNA EXAGERADA, pero vayan, vívanlo en carne propia y después me cuentan cómo les fue. Entramos solamente las dos maestras de primaria que habitamos la casa del maestro; nos veíamos a la hora de la comida nada más, porque ninguna de las dos quería salir de su cuarto, pues no era tanto el frío ambiental, sino que también estaba lluvioso y con ráfagas de viento; hipotermia hipocondríaca segura para los que vivimos en tierras cálidas y no estamos acostumbrados a ésto. Eso sí, atentísimas a los anuncios por la radio (porque ya tenemos radio cada quien en su pieza), pues dijeron que Protección Civil anunciaría qué pedo con las clases el día lunes, nos la hicieron de emoción sólo para decirnos lo que ya sabíamos; que no se suspendían, y que abríguensen bien y la chingada. Yo les menté la madre mentalmente y al día siguiente casi no llegaron alumnos, seguía igual de frío y ni modos, a trabajar, pero los saqué a las 12 porque partimos rosca entre las maestras (ya que en la comunidad son de la Luz del Mundo y no hacen esas cosas). Ahí para el miércoles ya no había tanto frío, ya te podías quitar un suéter de los 3 que traías puestos...Para el jueves yo ya bailaba de alegría porque al día siguiente tocaba curso y teníamos que salir de la comunidad. Y ahora, heme aquí, después de un fin de semana que no me alcanzó para casi nada, me voy en 2 horas y media al cerro de nuevo, a la chinga de 15 días...Prometo diario cuando vuelva. Por lo pronto, dejen preguntas en el formspring.me, respondí las que tenía pendientes, así que ¡pásele, pásele, pásele a lo barrido!: http://www.formspring.me/MissHattori Ándele, que por preguntar no se cobra.

En nuestro próximo capítulo:
¿Volveremos a enfrentar un frente frío tan crudo, o le daremos chela para que se aliviane?
¿Me hará el paro la doña a la que le compré el cobertor, dándomelo a paguitos?
¿Nos invitarán a comer tamales de nuevo los de la comunidad?
Esto y más, a la misma hora, mismo canal.