13/06/2006

Anoche...

Anoche te rebelaste a mi mandato

y saliste de la pared, te escurriste hasta mi cama

pude sentir tu fría piel tocando la mía

pude sentir tu aliento respirando en mi oído

te confieso, no sentí miedo...

¿Cómo temerle a algo que proviene de mí misma?

Sin embargo, si estoy algo preocupada

porque te quedaste ahí, muy quieta

simplemente durmiendo, y yo simplemente pensando

en lo que hemos hecho, a lo que te he condenado

te abracé y sentí que tu cuerpo respondió al mío

y tal vez, tú también en sueños me abrazabas...

Tu voluntad está maniatada

pero sólo por anoche, la dominaste y fuiste conmigo

será porque estamos tan ligadas, que sientes lo mismo que yo

¿Por qué me empeño en llamarte monstruo...

...si la monstruosa soy yo al no dejarte libre?

Aunque sabes que nunca lo haré, no, nunca

porque si regresas yo podría sentirme culpable

porque sé que a pesar de todo, tú me amas

amas a este cuerpo, a esta mente, a esta alma perturbada

miro tus ojos cerrados y sonrío en la oscuridad

beso tu frente, no me importa su frialdad, es tan agradable...

(Sinceramente, a veces siento que abrazo a un cadáver...)

Pero también...eres un cadáver delicioso...

la que me acompaña en mis noches de soledad...

la que me ayuda a seguir soñando con días mejores...

la que comparte mis secretos, mis culpas, mis miedos...

la que sabe que ahora amo a alguien más...

la que está mucho más allá de la pared...

Mi conciencia...algún día...cantaré un réquiem para ti...

~Enciende una vela en el resquicio de la puerta...

quédate ahí, callada, inmóvil...

entrégate a la esperanza de días postreros

y alza una oración a lo que tú creas conveniente

no me mires mientras haces todo esto...

porque si volteas una sola vez,

yo lo interpretaré como que no quieres sequir adelante

y te volveré a encerrar en la soledad...~