Hoy en la escuela una de las madres de familia me regaló tamalitos de elote y frijol, como no desayuné gran cosa, decidí comerme uno de ellos en el camión; ya lo estaba desenvolviendo, y a punto de darle el bocado, se sienta junto a mí una señora gorda, enorme, obesísima, tanto que me comprimió un poco (bastante) en mi asiento junto a la ventana. Pero lo mejor (?) vino después, cuando por fin le di una mordida a mi tamal, se voltea y me dice: ¿tienes hambre, verdad?
Ay señora, no mame.
Acerté a decir un tímido "je, un poco", y hasta ahí quedó mi hambre.
Lo bueno es que se bajó en dos paradas más, capaz me pide un poco, gulp.
8 comentarios:
Mi primera visita, y creo que me tendras de huesped leyendote mas seguido
saludos!
Qué fuerte :S
Pues la mejor manera de perder el apetito en este caso para mí sería: el ver a esa ñora y pensar en que tantos "tamalitos" la llevaron a estar así, y si, de seguro esaba salivando con tu tamal jaja
Saludos
Arrivederci
En realidad un silencio hubiera sido una excelente respuesta sarcastica. Claro, hubiera no podido entenderla la gorda tamalera.
Cuando la gente me pregunta cosas asi suelo responder de manera muy sarcastica pero de la manera mas seria, eso luego confunde mucho a las personas porque ya de verdad no saben si quisiste ser mal pedo o que chingados.
Odio a la gente que se cree muy simpatiquita y te hace comentarios como esos en lugares inadecuados.
Ricky tiene razón, es mejor guardar silencio o un comentario ojete para alejarlos.
Chale cuando eso pasa y no eres capaz de seguir viendo a tu tamalito igual que antes!
A mí se me antojó más que a la gorda.
Hace como dos años que no como tamales :'(
che gorda
jajajja Se lo hubiera acabado!!! Que bueno que no le invitaste!!!
Oye! una duda... que paso siempre con el niñ@ aquel al que parecia que lo iban a secuestar??? :P
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