miércoles, 19 de noviembre de 2008
El que espera desespera...¿la pera?
Días cansados y sin dirección: así me siento siempre entre semana, lunes a viernes de ser profesora, de sonreír y hablar amablemente, de fingir que me importan un poco más allá de su aprendizaje. Hasta hace dos años no tenía idea de lo que quería hacer en la vida, estancada en la fijación de mis padres que se resumía en, vas a ser maestra para que te deje la plaza. Y entonces, surgió la fotografía, la cual ha sido mucho más para mí que el simple hecho de tomar egoshots y documentar la vida diaria. Pienso en las personas que se sienten super fotógrafos por el hecho de poseer una cámara más o menos buena, esos que sólo saben tomar en automático: qué horror elevarse por eso. Y a los que más o menos saben manejarla en manual: existen mucho mejores que tú, así que ni te esponjes. A veces me congelo y no avanzo, me cuesta aceptar que aún falta mucho por aprender (porque no siempre vas a tomar una foto cagada y decir que es así a propósito); he tenido buenas puntadas pero también fracasos rotundos. Este próximo mes tengo una invitación para ir a Oteapan por los festejos de la Guadalupe, y yo dije de inmediato, ay qué hueva la guadalupana, a lo que el maestro fotógrafo me dijo: es que tú no has visto cómo se celebra en otros lados. Ese es mi problema, me cierro de inmediato a aquellas situaciones de las que ya tengo formados fuertes prejuicios. También sigo esperando con ansias, casi con desesperación, la exposición de fotografías donde estarán las mías, se suponía que para septiembre iba a ser y ya va a ser diciembre y seguimos en las mismas...lo que me lleva a pensar en que lo malo de pertenecer a un grupo es precisamente que si unos se atrasan, todos los demás se quedan también, aunque esto no es del todo malo pues algunas cosas se aprenden de esto, pero no descarto la posibilidad de tener una exposición sólo mía, debo dar el primer paso en esta que es la impulsora...Pero qué difícil es esperar. Sólo pido no secarme en el intento.
Es hora de recapitular ♪
camarita camarita,
juro que no soy maestra malcogida
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1 comentario:
chale...
el dia que empiece a medianamente odiar mi trabajo lo dejare hipsofacto, son 9 hrs diarias, no pueden ser las mas culeras del dia, todavia tengo que llegar a casa, jajajajajaja
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