Soy una persona visceral, siempre lo he dicho, y si bien la mayoría de las veces actúo pasivamente, suelo guardar muchos rencores y resentimientos, que dado el momento, explotan y no los controlo bien. Siendo sincera, no soy de dar ni regalar muchas cosas, y bueno, hace poco apoyé a una amiga con dinero para presentar examen en la universidad, tal vez no mucho, pero sí el suficiente para que digas "pues sí sale para los refrescos". Mi ahora esposo obviamente se extrañó un poco de que hiciera eso, habiendo tantas cosas en qué utilizarlo, y no me dijo nada por el hecho de que es dinero que yo he ganado por lo que en teoría "puedo hacer con él lo que se me dé la gana"; recuerdo que muchas veces la presioné con el examen, diciéndole lo típico, que estudiara y demás. Si lo hizo o no, yo no puedo saberlo, pues no estoy con ella todo el tiempo, además de que ya es una persona adulta, que está en total facultad de decidir lo que es bueno para ella y lo que no. Total, no pasó el examen, ni modos, pero me molestó el hecho de que no me avisó personalmente de dicho suceso, me tuve que enterar por otros medios y fue algo bastante molesto de vivir, no por el dinero (aunque mi marido se encargue de decirme eso), sino porque no tuvo la confianza de decirme, goey no pasé, disculpa, y ya. Que porque su familia ya se lo echó en cara, que porque le dijeron que los decepcionó, que porque no quería que yo también me sentía decepcionada, etc., etc. Como me agarró en mi momento de bajón salí con una pendejada de la amistad y te quiero y y tú a mí, cuando en realidad tenía unas ganas de jalonearla del pescuezo a lo Homero y Bart Simpson. Desde ese momento me perdió un poco, no porque me haya decepcionado o algo así, no soy su familiar ni nadie para decirle eso, no me corresponde, pero siento que debió avisarme, por lo menos en atención a alguien que la está apoyando con buenas intenciones y sin esperar nada a cambio (no como algunos que conozco que esperan cogidas a cambio). Espero pronto olvidarme de este asunto, sobre todo en estos momentos en que me he visto un poco apretada de dinero, y mi inconsciente se complace en recordarme que ahorita podría haber dispuesto de esa donación en algo más productivo, siendo que a mí nadie, salvo mis padres, mi esposo y mis suegros, me ha ayudado, ni siquiera aquellos a los que suelo llamar "amigos". Supongo que esta es una lección más de las que debí aprender a la mala, para asimilarla mejor.
Con razón mi papá siempre me dice que nunca me preste de aval.
1 comentario:
No siempre sucede asi, pero te toco una mala situacion. Mejor suerte con momentos futuros semejantes. Tk care, baee
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